Una mujer habló dormida

Cuando él despertó en la mitad de la noche
Su corazón latía de tal forma, que le dio miedo
Porque la mujer que yacía a su lado reía
De tal forma que sonaba como si fuera el Día del Juicio

Y él escuchó la voz de ella en un alarido
Aunque él sintió que ella estaba aún dormida
Porque ambos yacían ciegos en la oscuridad
Él sólo vió las palabras que ella gritaba

¿Por qué no me matas de prisa?
Ella preguntaba y chillaba como una criatura
Y sus lamentos se arrastraban fuera de aquél sótano
Donde los sueños son enterrados en las paredes

¿Cuántos años más quieres seguir odiándome?
Ella gritaba, siniestra e inmóvil
¿Acaso no quieres dejarme vivir,
Porque yo no quiero vivir sin ti? Sus preguntas permanecieron como fantasmas
Que tenían miedo de ellos mismos
Y la noche era oscura y sin ventanas
Y no parecía saber lo que sucedía

Para él, para el hombre en la cama
Esto no era nada para reírse
Los sueños deberían ser confiables
Pero él se dijo a sí mismo: "¿qué puede uno hacer?"
Y decidió no despertarse en las noches nunca más
Y acto seguido, cayó dormido plácidamente