Tiradera

No me olvidé de lo que hiciste, rufián,
De esas amistades que jamás volverán,
Y citaré que hoy te hallas afásico,
Gracias a las lecciones de un pasado traumático.

Apático, con afán de arruinar todo rápido,
Simpático con pocos, si tienes buen ánimo,
Histérico que deja sus problemas esotéricos,
Y daña gente por su humor tan anémico.

Usas tu léxico como una expresión vacía,
Sueñas mucho más de lo que deberías.
Dañaste a quien me desvive, a quien me impulsa,
No obstante, te tragarás tu propio "astucia".

Creíste tener valentía al lastimarme,
Pero eres un inmaduro que intenta no serlo,
Lo único que lograste es dañarte,
Estúpido amargo, siervo de los celos. Deja de sonreír, deja de fingir,
Críticas vicios, pero vos tenés otros,
No entiendo como podés aún vivir,
Si opiniones a veces afectan tu rostro.

¿Recuerdas a la muchacha de ojos verdes?
Sé que por las noches te retuerces,
Pensando en tu estupidez, la engañaste,
Pensando que era otra chica, la lastimaste.

Y aún así lloraste cuando te dejó,
Malos ratos pasaste, quizá te enamoró,
Pero deberías culparte, por lo que pasó,
Porque vos lo arruinaste, y todo se desmoronó.

Buscás en tu música el respiro,
Para no sentir tu corazón adolorido,
Caído por la culpabilidad que te abatió,
Tus alma de demonio en segundos se quebró.

Y la buscaste, a aquella que apartaste,
La confundiste, y al parecer intentaste,
Que todo volviese a ser como era antes,
Pero no vives del pasado, maldito farsante. Hoy te hallas perdido en sus ojos café,
Un errante que busca en lo pequeño la fe,
Porque lo grande lo arruinó y sabe que,
Aquellos bellos momentos no van a volver.

No extraviaste todo, pero lo demás,
Quien sabrá por qué ya no lo apreciás,
El día de mañana te arrepentirás,
De lastimar hasta tu sombra sin piedad.

Y es curioso, soy quien más te conoce,
Soy tu reflejo, tu figura, tu pose,
Tu voz, tu dolor, sí, yo soy vos,
Soy tu tormento, yo soy el monstruo atroz.

Esto está dedicado a aquellos raperos,
Que creen que hacer tiraderas los hace buenos.
Pero déjenme decirles una cosa,
Porque es la hora de reflexionar,
Criticar a los demás no es de sabio,
Es de quien prefiere señalar,
A reconocer sus errores, y lo que hizo mal.
La verdadera paz interior y madurez,
Se hallará cuando de una buena vez,
Dejen de intentar degradar a los de su entorno,
Dejen de situarse en un hipotético trono,
Y vean, que todos somos iguales,
Absolutamente todos.
La auto-superación y la auto-crítica,
Llevarán mucho más lejos tu lírica,
Que intentar tirar abajo a otras personas,
Quiero que recuerdes algo: "Los héroes también lloran."