Tal vez sea un desierto

Si es la inocencia pura lo que busco
Si es la sombra de un pez o una luciérnaga
La estrella de una vela imperceptible
bajo el enorme lecho que la hospeda

Un viento que no silba y no se mueve
o un árbol que hacia arriba se enmudece
un niño inseguro y desterrado
y un pan que nunca llega a endurecerse

¿Dónde habré de descansar, entonces?
¿Dónde? ¿Qué lugar ocuparé en tu mesa?
Tal vez sea un desierto el mar que miro
y que al cerrar los ojos me desvela

Son muchas hoy las piernas que me faltan
para vestir los tantos pantalones
la humanidad un sueño inalcanzable
que se derrite en dos o tres cuestiones Hay que entenderlo pronto es urgente
no alcanza con pasarnos la noticia
Hablar con la verdad no es suficiente
si viene atada al verbo la codicia

¿De qué tiñe las calles la derrota?
¿De risa, de cartón, de sal, de muerte?
¿Cómo el amor devino en egoísmo
y la conciencia en una fuerza inerte?

No es una despedida lo que canto
aunque me suena a eso: a lo perdido
Llevo cuarenta y tantos y contando
y no sirvió de nada lo aprendido