Savia

De la contraproducente ira de la razón
Crece la misma flor de la vida
Y hasta el más hermoso pétalo se marchitó.

El tiempo ya no cierra las heridas
El tallo crece siempre ascendente
Y enreda a tu corazón.

Y desemboca la savia
Descendiendo a orillas de tu interior
De tu interior
De tu interior
De tu interior.

Tu alma, en cambio, siempre con vos
Evadiendo las sensaciones
De marchitarse en soledad
Esa es la triste
Flor de tu… corazón.

Caés en charcos de felicidad
Te empapás, ahogás, y saltás
Y te encontrás de nuevo a esa piedra, que te había hecho tropezar
Golpea el “cielo” una vez más
¡Mejor lejos del rebaño!
Seguí a las huellas de la libertad
Esa es la única luz.
La única luz.
La única luz. Tu alma, en cambio, siempre con vos
Evadiendo las sensaciones
De marchitarse en soledad
Esa es la triste
Flor de tu… corazón.

Aunque me quieran tapar el sol, te alcanzaré
¡Y ni hablar de la luna, que en mis sueños la encontré!

Aunque me quieran tapar el sol, te alcanzaré
¡Y ni hablar de la luna, que en mis sueños la encontré!
¡La encontré!