Sácate la ternura

Sácate la ternura de encima,
avisa cuando estés,
dime cuando estés,
para que pueda ver tu sonrisa risita,
una y otra vez, caramelo de miel.

Muévete en la luz amarilla,
cuento hasta diez,
impaciente de ver,
que sólo veo el movimiento de sabana tibias,
veo el movimiento que esquivan tus pies.

Anda ríete con tu boca felina,
sácate la prenda que te queda bien,
y luego tócate los brazos con uñas de gata,
saca las patitas al tejado de zinc.

Ábreme el olor de tu cuello,
anda véndeme tu secreto también,
desnúdate exhíbete con tu tímido gesto,
jugaré y jugaré, que te compro el placer.

Vuélveme a mover tu colita pantera,
anda imprégname también
con tu rosa en la piel, tu calor, tu sudor,
modifica el respiro que aprendió
y olvidó tu latido una vez.

Y esa vez, sin saber,
me enseñaste tan lenta,
con la vela que quema silenciosa también,
que observó, espió tan furtiva
esta mezcla de tu cuerpo,
mi ropa, tu agua, mi sed.