Réminiscenses

Soy fruto del divorcio en los 90,
No creía en el amor, pero me encoñaba con frecuencia,
La ego alaga pero también confunde,
El Titanic naufraga y la mierda no se hunde.
No existe amor platónico a la larga,
Se extingue la fantasía al realizarla,
La contradicción a gusto en el contraste,
Mi ambición se encuentra justo donde la encontraste.
No estoy peleando por cash,
Estoy aullando a la oscuridad como el lobo sobre el Jazz,
Vuelve ese haz de luz tan gris,
Tras dejar el Blues detrás de mi.
No estoy jugando a ser pseudo-poeta,
Estoy a años luz del dique seco de una psique seca,
Una sonrisa disfrazando lo que hoy se acaba,
A quién guía el faro, cuando la luz se apaga.
Naufragué con el barco lleno de fugas,
Y aprendí que ahí ni los remos van a servir de ayuda,
Exteriorizando la introspección,
Contrario como el Rey Mago, castigando al niño con carbón.
¿Piensa Dios regar sus plantas?
¿O ahogará a sus hijos bajo las nubes grises y las rallas blancas?
El espejismo en el recuerdo,
Nadie quiere ser el espantapájaros que engañe al cuervo. El perfil de un velero sin rumbo,
Parece apreciarse cuando oteas el horizonte,
Como si pendiera del abismo del mundo,
Sin cómo, sin porqué, sin dónde.