Recuerdo

Recuerdo charlas con la luna, perdonando a las estrellas,
recuerdo esa botella, también sus labios tan rojos,
recuerdo no estar cuerdo y sentirme tan flojo,
recuerdo mi tristeza en el borde de sus ojos.
Tu te acuerdas de esos ratos atrapados en la cama,
peleando como gatos, mirando por la ventana,
diseñando un futuro que hoy desapareció,
soñando aquel sueño que ninguno logró.
Recuerdo aquel piano, encender otro cigarro,
mis pies en el barro que borro nuestras huellas,
recuerdo la querella que impusieron nuestros cuerpos,
recuerdo no estar muerto sólo porque estaba ella.
Recuerdo darme cuerda el remedio entre sus piernas,
indagando por su escala de colores blanco y gris,
correr sin detenerme delante de aquel portal,
en el que nos sentamos y me enamore de ti. Tú te acuerdas, yo me acuerdo y así se mueren los días,
soñándote despierto pero despertando sólo.
Tú te acuerdas, yo me acuerdo de tu voz, tu melodía,
ahora escucho el silencio colapsado por mis lloros.
Tú te acuerdas, yo me acuerdo y así se mueren los días,
soñándote despierto pero despertando sólo.
Tú te acuerdas, yo me acuerdo de tu voz, tu melodía,
recordando callado el porque termino todo.

Recuerdo aquellas manos que borraban mi vacío,
jugando con pies fríos por debajo de las mantas.
Recuerdo ser un hombre, pero contigo un crío,
recuerdo que recuerdas y con eso ahora me basta.
Que me gasta los ojos el llorarte tantas veces,
al ser solo un esbozo de lo que tu mereces.
Recuerdo caminar velozmente, despacio,
por aquellos dos labios que te besan y enloqueces.
Recuerdo comer besos, digestiones de cariño,
follarnos al otoño y olvidarnos de tristeza.
Recuerdo lo que quiero, lo que no, no me interesa,
como eso de los gritos y que rompí mil promesas.
Recuerdo que al marcharte prometí no recordarte,
recuerdo no ser fuerte y por eso volví a fallar.
Para olvidarlo todo, creo, tendrías que matarme
porque siempre estás presente, sobre todo al rapear. Tú te acuerdas, yo me acuerdo y así se mueren los días,
soñándote despierto pero despertando sólo.
Tú te acuerdas, yo me acuerdo de tu voz, tu melodía,
ahora escucho el silencio colapsado por mis lloros.
Tú te acuerdas, yo me acuerdo y así se mueren los días,
soñándote despierto pero despertando sólo.
Tú te acuerdas, yo me acuerdo de tu voz, tu melodía,
recordando callado el porque termino todo.