Quema en mí

Un destello de soledad
con delgados rasguños de oscuridad
sin vanidad
la resistencia de un ser mortal
con la esperanza impregnada en un pedestal
buscando más

Y entre miradas enajenadas
me vi levitar

Tengo romances de colección
que has decorado los muros de mi dolor
en un templo de amor
no he temido al ridículo
ni a los prejuicios absurdos por el pudor
de alguien que no soy yo

Y en silencio observo lento
el curso del viento
imprimiendo emoción

Arranca en mí la lúgubre desilusión
o quema en mí la estúpida resignación
aún sigo aquí esperando y no se si seguir
o mata de una vez lo que he creído aquí La incertidumbre nerviosa está
mentiras la muerte sorprende a la felicidad
con asombros de casualidad
aún tengo fragmentada la fe
entre la suerte el suspenso
y la intensidad por un intento más

Y entre el frio el equilibrio se puede quebrar

Hice un altar a la imposibilidad
al misterio de alucinación
que me aventó a la locura
libre y solo en luminosas órbitas divinas