Que el cuento no acabe aquí

NARRADOR:
Si crees que aquí ya
comienza el final,
empieza a escuchar…
mi voz hoy te va a guiar.

La luna será
tu única luz,
y el whisky te hará
sentirte, al fin y al cabo, tú.

Susurros de paz
que encontrarás al mirar
en tu alma, vacía,
al ver que alguien ya no está.

Si buscas la luz
que alguien te hizo perder,
bebe del vaso y ven;
abre tu mente, y sígueme…

Anoche la luna llena se apagó.
Los lobos murieron por el sol.

Sangre avaricia y dolor
presenta nuestro planeta hoy.

Rabia, amigos que nos dejaron en vida,
que bajan al cielo, cerrando heridas,
cuando el infierno se encuentra arriba. JOVEN:
Hoy dibujé mi suerte en un papel,
y no encontré más que desgracias en él.
Intenté huir de todo lo que fui;
solo conseguí caer a un pozo sin fin…

Hoy comienza una vida nueva,
desde la Luna a la Tierra,
¡hoy se abrirán todas las tabernas!

Ponme una cerveza con su espuma
para que ahogue la bruma
que me da la soledad.

Quiero que el viento mueva mi pelo,
sentir el calor de un beso,
que se cumplan hoy todos mis sueños.

Solo el recuerdo hará que olvide
que en el día en que te fuiste
me dejaste sin mitad.

Y aunque el sol ya se escondió,
hoy voy a alzar toda mi voz.
Y con mi furia y mi puño poder partir
todo lo oscuro preso en mi.

Y al cielo pido que algún día, otra vez,
un segundo más te vuelva a ver…

PADRE:
No te rindas y afronta otra vez…
Todo lo que sé
es que siempre estaré junto a ti…
…desde aquí. JOVEN:
Ya no aguanto más quiero acabar con mi vida; muerte
con el cuchillo que rajo mis tripas; sangre
recorrerá mi frío cuerpo inerte; alma
que sube hasta el cielo... ¡A tu lado!

Siempre temí que algún día este momento llegara; nunca
perdonaré que tú te marcharas; siento
rabia acumulada en mí; vida
vacía y de lamento…

ANCIANO:
Ya aparecí al principio de todo, y he vuelto,
y tengo en mis manos ahorcar tu lamento,
ser la luz en la noche, y que muera
la pena de risa hoy por ti.

Ese cuchillo que usas conviértelo en sueños;
exprime tu vida, que el sol yo lo invento
sacando de juerga a la magia;
que el cuento este no acabe aquí…