Omertá

Duerme sin somníferos cuando no está ejerciendo,
Dura debe ser la excusa para obviar remordimientos
Y ver en el espejo un héroe que actúa como cobarde,
Que sólo enfoca odio hacia sus semejantes.
La calle esta bajo su mando, él de la calle cuida,
Gafas oscuras ocultan una mirada altiva.
Tras ellas un ser vil, recurso mercantil,
Animal sin humanidad con un único fin.
Por encima de la ley, porque la ley es él,
Por codearse con quien controla el fuel.
Evitando compartir, aprendiendo a competir,
Pisando al compañero para sobrevivir.
En un mundo de egoístas con oscuro porvenir
El empleo de ir armado le hacia sonreír.
Una abstracta visión de lo que es la justicia,
Rodeado de violencia se le olvidan las caricias.
Ve algo en los ojos de la gente en el ghetto,
Orgulloso de su hazaña lo confunde con respeto,
A el le gusta, el ansia más poder, una ilusión
Que no imaginaria nunca que lo va a perder.
Allá a donde va mantiene la cara tapada
Ya que siembra la semilla de la rabia acumulada.
Y contempla atónito cuando la fruta le llega,
Tan escasa es la frecuencia que vale la pena.
Entrenado en Israel, financiado por aquel
Al que beneficia su existencia mientras cumpla su papel,
Escrito con la tinta que penetra en su piel,
Cada palabra estudiada le hace marioneta fiel.
Y es que el guión no es fruto de casualidad,
No sale de la nada que sea la brutalidad
La que impera en el y el que ejerce ese oficio,
De venderse al postor por el propio beneficio.
Defender al rico es su razón única,
Pero hay que satisfacer al opinión pública,
Así que démosle otro fin, manipulando la verdad,
En nombre de la justicia y la igualdad actuará.
Esa es la nueva realidad, mercenario a sueldo fijo
Con la bella mascara de la seguridad.
Sus historias nunca acaban bien,
Dicen proteger y servir pero tu sabes a quien. Vivia en un barrio hostil reinado por el caos,
Bajo el más vil y malvado de los tiranos.
En la selva de cemento rige la ley del más fuerte,
Si la incumples te condenan a muerte, entre serpientes,
El tenia siempre presente estos colmillos,
Demasiado acostumbrado al filo del frío cuchillo
En su espalda, así que cuando pudo invirtió en armas,
Pero nunca apretó el gatillo y tampoco se las carga.
Ve el dolor de la urbe desde un loft en las nubes,
Donde lo esconden y lo cubren haciéndolo impune
Ante el martillo del juez y es que el poder económico,
Es poder absoluto este sistema caótico,
Si el poder corrompe el es un corrupto absoluto,
Pero su historial policial se mantiene impoluto
Y dudo mucho que sea debido a su honradez,
Porque cuando actúa actúa por interés.
Inspira falsa confianza con palabras amables,
La hipocresía psicopática es casi palpable
En el ambiente. Él es consciente de lo que vende:
Dinero imaginario por dinero que no tienes,
No podrás pagarlo y fingirá que se sorprende.
Soltará a sus matones y te robaran los bienes.
Mientras cenes en containers espero que cuestiones
El capitalismo, si es que aún no te opones.
Con un traje impecable pero manchado de sangre
Observa la calle donde ve muertos de hambre,
Sabe que es el culpable de que no tengan comida,
Pero aún le queda cinismo para tirarles calderilla.
De una fortuna que jura no ser inmoral,
Pero jodiendo a los demás el acumula capital.
Si su negocio peligra suplica auxilio,
Comparte sus pérdidas pero no sus beneficios.
Ahora sus víctimas compartirán con él el martirio
Que les provocó las pistolas en las que invirtió.
Le miran a la cara, él la gira porque no
Puede afrontar la ira que lanzan sus miradas.
No ve proyectada su vida en sus párpados,
Sino imágenes de cadáveres que iluminan como relámpagos.
La oscuridad de su conciencia que arde,
Pero es demasiado tarde para este cobarde.
Y aún más para las vidas que robó su avaricia,
No la salda ni su muerte porque su deuda es infinita.
Será solo materia como sus posesiones queridas,
No hicieron nada para salvarle de una bala merecida.
Ahora en un charco de sangre yace su cuerpo,
Durante el primer instante de estar muerte este puerco
Benefició más a la humanidad que en toda su existencia,
Por eso nadie sintió pena por sus gritos de clemencia.