Obsesión

Pequeño voyeur,
tiene hambre.
Mi fetichista despertó,
en la imagen
un abuso responsable.
Descargando atención,
mi obsesión.

Y así entré a buscar carnaza
para el autista que hay en mí.
En mis dedos la tension.
Sí, puedo olerlas desde aquí,
nadie sabe cómo actúo en la intimidad
y me aferro a la pantalla,
sé que nunca me dejará.

Trenzas de brazos y pies,
pétalos rojos y labios menores.
Entre las voluptuosidades
de esas señoras complacientes,
de esas tiernas adolescentes.
No puedo dejar… dejar de mirar,
no puedo dejar… dejar de tocarme.

Y así entré a buscar carnaza
para el autista que hay en mí.
En mis dedos la tension.
Sí, puedo olerlas desde aquí,
nadie sabe cómo actúo en la intimidad
y me aferro a la pantalla,
sé que nunca me dejará.

Sé que nunca me dejará
el pequeño voyeur
que vive en mí.