Ninguna causa vale tanto

A una calle de tu calle está mi corazón,
Al lado de las velas de los que no sé quién son,
Pero podrían ser yo, tal vez mamá, tal vez mi chica,
Tal vez alguien al que no pedí perdón.
Respirar no es fácil, por lo menos hoy,
¿Quién puede respirar cuando le tapan el sol?
Le han borrado la sonrisa a mi ciudad,
Y yo que sonreía hace dos días por ese lugar.
Ninguna causa vale tanto,
Para que nuestra ciudad no sepa a mar, tan sólo a llanto,
No tengo miedo, no tengo miedo y mucho menos odio,
No es por religión... ninguna religión ama al demonio.
Fue el demonio quién estuvo allí,
Y ahora estamos juntos por si decide venir de nuevo.
No puedo olvidar así,
Y menos cuando hay muchos que se fueron sin poderse despedir.
Y no puedo entenderlo ni quiero entenderlo,
Si ese niño jamás volverá al colegio,
Si ese padre jamás le dirá te quiero,
Si a esa madre le quedaban años para visitar el cielo.
Desde el suelo escribo,
Pero me levantaré por mi ciudad y por los míos,
Hoy somos uno, no nos dimos cuenta y siempre lo fuímos.
Para París, para Siria, para Barna mi ramo de olivo,
No quiero guerras pero no olvido,
Lo que el odio encierra no viene conmigo.
¿Pero quién mata este frío?
¿Quién podrá llevarse este vacío?
Barcelona, lleváme contigo lejos de este ruido,
Y volveremos a sentir,
A caminar por el centro de la ciudad sin olvidar lo que pasamos,
Haciendo nuestras vidas como hacíamos sin más,
Pero sabiendo que estamos ahí si nos necesitamos.