Mujer

(Kako M.)

Eres tan metódica que dibujarías el mar a escuadra y cartabón, tan cínica y tan tímida que Moisés abrió el Mar Rojo pero con tus piernas desistió. Eres trágica cuando el corazón es el animal y la razón el terco cazador que cae en su trampa y va ebrio.

Eres tan celosa que odias al sol por alumbrarme, tan ansiosa
que envidias al átomo que viaja en el tiempo. Eres hoz, eres
la anárquica desarmonía que crea la melodía del móvil en mi canción.
Me rondas y te excita mi indiferencia desde que a Eva la puso cachonda el árbol de la ciencia.

Te ciegas y por eso quizás tus zapatos de cristal han pisado más de una mie***. No despertarás de un beso eso te dormirá más.
Treparé por tu cabello porque eres mujer, no la sombra de un hombre, entérate, eres ingeniería celestial y no la costilla de Adán. No eres sumisa ni fruto del varón. Tus curvas no son renglones torcidos de Dios. Eres el par del cromosoma veintidós que se resiste, tan independiente como yo, sientes que en tu vientre gira el profundo engranaje de la vida una vez al mes, no fue la justicia divina.

(Kairo)

Eres antídoto a lo maternal
tan sometida y tan liberal
la intransigente gravedad del amor, hipertensión arterial
independiente del estatus aquel
que te encadena al yugo de un papel
de misoginia maquillada en rigor
no eres segunda a bordo de un corsel.

(Kako)

Eres tan idealista que dibujarías en un espejo tu verdad,
cambias tu guerra por mi paz, tan posesiva que bajarías a pedradas una estrella fugaz. Dañas con tu mirada esquiva
tu indiferencia es un arma de destrucción pasiva
y ni al silencio das la razón
eres la viva pasión y yo quisiera ser invisible para mirarte sin acosarte.

Eres la tregua que esta vida perra me regaló,
eres tan ambigua que pones en guerra los sinónimos,
impregnas la atmosfera es tensa al respirar entre tus piernas
encierras un arma cargada de paz.

Tú nunca fuiste mi presa, mi contra
ningún hombre es un buitre porque ninguna mujer es carroña
tras la media noche aparecerás, eres la bella, encierras a una bestia, déjala estar

Por eso vente esta noche y diviértete
tu calabaza mágica sufrió un siniestro total
qué más da, siente que esta es tu libertad
ninguna fuerza celeste te expulsó del Edén, no eres estatua de sal.

No hiciste caso a aquella víbora sin ética
mordiste la manzana porque era dietética
eres amor e hipertensión arterial
estrella bipolar, ¿a dónde me llevarás?

(Kairo)

Mírate y reacciona, no eres parte débil en esta ecuación.
Eres tan valiosa, como lo es el hombre que te prejuzgó.
Y tú que te infravaloras elevate y entiende que tu perfección es tal que sin ti no hay vida para la humanidad.

Eres antídoto a lo maternal
tan sometida y tan liberal
la intransigente gravedad del amor, hipertensión arterial
independiente del estatus aquel
que te encadena al yugo de un papel
de misoginia maquillada en rigor
no eres segunda a bordo de un corsel.