Letra de Mi terruño natal
Reynaldo Armas
Ya voy llegado a mi terruño natal,
El corazón me retoza de alegría,
Los nervios me comprometen,
Aumentan mis energías.
Ya veo clarito a mi gente sonreír,
Y al pueblo entero derrochando simpatía,
Puedo gritar con confianza,
Ésta es la tierra mía.
Aquí nací aquí me criaron también,
De aquí partí siendo un niño todavía,
Siempre con la gran promesa,
De regresar algún día.
De regresar algún día,
Y ese día se hizo tan largo,
Que hasta el alma de dolía.
Que Hasta el alma me dolía,
La tristeza y el guayabo,
En zozobra me tenían.
En zozobra me tenían,
Muchas veces, lo confieso,
Me estrechó la cobardía. Menos mal que soy un hombre,
Me sobra la valentía…
De reconocida estirpe,
Buena raza y buena cría
De bonitos sentimientos,
Y algo de sabiduría.
En la escuela de la vida,
Yo aprendí filosofía,
Un poco de matemáticas,
Y un tanto de geografía.
En los campos de mi tierra,
Por si ustedes no sabían,
Aprendí a cantar joropo,
Salerones y fulías.
A dibujar pentagramas,
A construir poesías,
A ser amigo del pueblo,
Sin ninguna hipocresía.
A trabajar sin descanso,
Como mi padre lo hacía.
Por eso me considero,
Del llano una garantía.
Hay un decir popular, Que yo no comparto mucho,
Y es que nadie es profeta en su tierra.
Mi opinión, sé que no es la única ni la más importante,
Pero la tierra no tiene la culpa de lo bueno o malo que nos pase en la vida,
Para mí, la tierra es como la madre abnegada, que sin importar las circunstancias,
Con los brazos abiertos nos espera para consentirnos y enamorarnos. Ya estoy aquí en mi terruño natal,
Reconstruyendo vetustas correrías,
Allí está la lagunita,
Tiempo que no la veía.
El arbolito donde mi rucio amarré,
El patio de bolas donde el pueblo se reunía,
Y tantos otros lugares,
Que causan melancolía.
Pa un corazón es demasiada emoción,
Re transitar las mismas caminerías,
Y tantas reminiscencias,
Vuelven el alma baldía.
Vuelven el alma baldía,
Tierra bella, tierra santa,
Yo jamás te olvidaría.
Yo jamás te olvidaría,
Porque tú eres para mí,
La causal de mi porfía.
La causal de mi porfía,
Y a vivir sin tus bondades,
Nunca me acostumbraría.
Tierra grande y generosa,
Hoy te rindo pleitesía,
Y me hinco de rodillas
Ante tu gran hidalguía.
Lo que tengo y lo que valgo,
Mi nombre, mi biografía,
De no haber sido por ti,
Tierra mía, no existiría.
Eres mi razón de ser,
Mi más tierna fantasía,
Sin salirme de la letra,
Vago de noche y de día.
Promoviendo tu existencia,
Y tu gran soberanía,
Mostrando tu cualidades,
Y buscando membrecía.
Mi llano lindo y querido,
Yo nunca te dejaría,
Y cómo voy a dejarte,
Si eres el sol que me guía.
Mientras más mundo conozco,
Más te quiero, tierra mia.
El corazón me retoza de alegría,
Los nervios me comprometen,
Aumentan mis energías.
Ya veo clarito a mi gente sonreír,
Y al pueblo entero derrochando simpatía,
Puedo gritar con confianza,
Ésta es la tierra mía.
Aquí nací aquí me criaron también,
Siempre con la gran promesa,
De regresar algún día.
De regresar algún día,
Y ese día se hizo tan largo,
Que hasta el alma de dolía.
Que Hasta el alma me dolía,
La tristeza y el guayabo,
En zozobra me tenían.
En zozobra me tenían,
Muchas veces, lo confieso,
Me estrechó la cobardía. Menos mal que soy un hombre,
Me sobra la valentía…
De reconocida estirpe,
Buena raza y buena cría
De bonitos sentimientos,
Y algo de sabiduría.
En la escuela de la vida,
Yo aprendí filosofía,
Un poco de matemáticas,
Y un tanto de geografía.
En los campos de mi tierra,
Por si ustedes no sabían,
Aprendí a cantar joropo,
A dibujar pentagramas,
A construir poesías,
A ser amigo del pueblo,
Sin ninguna hipocresía.
A trabajar sin descanso,
Como mi padre lo hacía.
Por eso me considero,
Del llano una garantía.
Hay un decir popular, Que yo no comparto mucho,
Y es que nadie es profeta en su tierra.
Mi opinión, sé que no es la única ni la más importante,
Pero la tierra no tiene la culpa de lo bueno o malo que nos pase en la vida,
Para mí, la tierra es como la madre abnegada, que sin importar las circunstancias,
Con los brazos abiertos nos espera para consentirnos y enamorarnos. Ya estoy aquí en mi terruño natal,
Reconstruyendo vetustas correrías,
Allí está la lagunita,
El arbolito donde mi rucio amarré,
El patio de bolas donde el pueblo se reunía,
Y tantos otros lugares,
Que causan melancolía.
Pa un corazón es demasiada emoción,
Re transitar las mismas caminerías,
Y tantas reminiscencias,
Vuelven el alma baldía.
Vuelven el alma baldía,
Tierra bella, tierra santa,
Yo jamás te olvidaría.
Yo jamás te olvidaría,
Porque tú eres para mí,
La causal de mi porfía.
La causal de mi porfía,
Y a vivir sin tus bondades,
Nunca me acostumbraría.
Tierra grande y generosa,
Hoy te rindo pleitesía,
Y me hinco de rodillas
Ante tu gran hidalguía.
Lo que tengo y lo que valgo,
Mi nombre, mi biografía,
De no haber sido por ti,
Tierra mía, no existiría.
Eres mi razón de ser,
Mi más tierna fantasía,
Sin salirme de la letra,
Vago de noche y de día.
Promoviendo tu existencia,
Y tu gran soberanía,
Mostrando tu cualidades,
Y buscando membrecía.
Mi llano lindo y querido,
Yo nunca te dejaría,
Y cómo voy a dejarte,
Si eres el sol que me guía.
Mientras más mundo conozco,
Más te quiero, tierra mia.
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