Mi mate amargo

Poco es lo que me queda
creo que vos lo sabés,
solo aquí mi mate amargo tomo
para aliviar mis alas
y mis venas de plomo.

Solo estoy como tu alma herida
descubierta a los engaños,
corren en pesado tropel
inevitables, los años derramados
marcados con la experiencia
en cada verso desplomado.

Calor, por Dios, como me faltas
en esta terrible distancia
ese calor que me aclara
cuando hay poca esperanza.

Calor, por favor, acercate un poco
guardame con tu velo
el agua quema, la yerba amansa
el tiempo bebido en mi veneno.

Poco es lo que me queda
pero te amé y vibré
tanto así
con el placer de mil soles
este amor nomás me resta
aunque despedacés las flores.

Solo quedé, tomando un mate amargo
como clavado a la tierra,
terrible, el silencio que aferra
¿adónde quedo, por dónde sigo?
esto ya poco importa
cebaré este mate de otra manera.

Calor, por Dios, como me faltas
en esta terrible distancia
ese fragor que me aclara
cuando hay poca esperanza.

Calor, por favor, acercate un poco
guardame con tu velo
el agua quema, la yerba amansa
el tiempo bebido en mi veneno.