Mas pensar

Pálido helecho nunca aceptó
nacer para ser pasional.
Creció y vivió y luchó hacia atrás
para poder reconquistar
su exótico aspecto, algo glacial,
místico, parco e introspectral,
pues nadie le podría explicar
la bandera que habría de cargar.

El árbol escoge lo que recoge:
partes de un mismo actor neural,
y entonces alude a lo que seduce:
nueva manera de mirar.

El árbol induce a lo que produce,
incita a obviar que hay que mascar.
Si no lo absorbes solo él lo hará,
solo él sonreirá...

Al saborear el cielo y mirar...
Que entonces...

Paso a paso, frente al ocaso
pasa el fracaso y ni siquiera es capaz
de bajar la mirada y sucumbir ante la novedad
de una mejor forma de raíces criar.

Menos sentir, más pensar, es la única manera.

Y el fruto madura sin la necesidad...
de pender de un brazo, en un abrazo,
para alimentar

su pulcra estructura que sin ayuda
logra aflorar
la savia insignia que orgullosos

habremos de mostrar...
habremos de mostrar...

cuando el tronco caiga sonriendo siempre
y en plena libertad
aplastando mientras al que no hubo
de pensar
que miraría desde arriba
tan solo con dejar
la pasión de lado y la mente al frente
para edificar...
para edificar...

Al saborear el cielo y mirar...
mientras...

Paso a paso, frente al ocaso
pasó el fracaso y ni siquiera fue capaz
de bajar la mirada y sucumbir ante la novedad
de una mejor forma de raíces criar.

Menos sentir, más pensar, es la única manera.
Menos sentir, más pensar, es la única manera.