Marrakech disco

En un rincón de un bar hostil,
con su canción, un cantante se la juega.
No habla de amor, se hartó de mentir,
le da la nariz que algo va muy mal,
y la pista está desierta.

Es difícil agradar a un público tan singular,
nadie quiere ya bailar, la cachimbas se aceleran.
En Marrakech disco, nadie baila en la pista,
el cantante es un gurú con instintos suicidas.
En Marrakech disco, han sacado las pistolas,
es la hora de un sultán, no le gustan esas bromas, no.

Lo que fumó… y lo que bebió…
También respiró, antes de llegar a Ceuta.
La historia es que por la noche cantó
como si fuera igual que fuera a escuchar
a su mal pagada orquesta.

Es difícil agradar a un público tan singular,
nadie quiere ya bailar, la cachimbas se aceleran.
En Marrakech disco, nadie baila en la pista,
el cantante es un gurú con instintos suicidas.
En Marrakech disco, han sacado las pistolas,
es la hora de un sultán, no le gustan esas bromas, ¡nooo…!

En Marrakech disco, en Marrakech disco…

Es difícil agradar a un público tan singular,
nadie quiere ya bailar, la cachimbas se aceleran.
En Marrakech disco, nadie baila en la pista,
el cantante es un gurú con instintos suicidas.
En Marrakech disco, han sacado las pistolas,
es la hora de un sultán, no le gustan esas bromas.

En Marrakech disco, en Marrakech disco…
En Marrakech disco, en Marrakech disco…
En Marrakech disco, en Marrakech disco…
En Marrakech, Marrakech, Marrakech disco…