Malos días

No saldré dando chillidos ni voy a jurar tu muerte,
pues, por suerte, me conformo con haberte conocido.

Aunque salga malherido, sé que esto me hará más fuerte.
Y puede que no despierte del mal sueño que he sufrido.
Y puede que desconcierte, que te compre otro vestido,

para que sea el testigo de los que quieren tenerte,
para hacer de este castigo una tortura permanente,
para hacer de mi castigo algo contigo para siempre.

Tengo mis manías, malos días, buenas noches, vida mía,
por favor, no me acuestes antes de las doce.
Que yo no repose ni tú te quedes "dormía".
Parece que todavía no me conoces.

Y no guardaré recelo a tu persona.
No son bromas ni consuelo, pues mi anhelo hacia tu pelo, hacia tu aroma,
hace que se alargue el duelo, que los demonios me coman,
que no conozca el idioma, que me sienta un extranjero.

Y otra vez más caer al suelo, y otra vez besar la lona,
y ahora no quiero buscar a otra ladrona, a eso me niego.

No buscaré una anfitriona, ni a ninguna luna en celo.
Ya no morderé el anzuelo, no te cantaré llorona...

Tengo mis manías, malos días, buenas noches, vida mía,
por favor, no me acuestes antes de las doce.
Que yo no repose ni tú te quedes "dormía".
Parece que todavía no me conoces.