Luz de octubre

Ella fue la luz de Octubre,
vino en primavera con las hojas nuevas,
descubrió el rencor hacia los monumentos,
derritió luceros para el provenir.

Yo los he llorado todos,
pues también fue plaga para mis paisajes.
traicionó estos cielos cuando supo alzarme
hasta la alegría y me dejó caer.

Ella pudo ser hogar de mi ensoñaciones,
pudo ser balcón tallado entre las nubes de algún horizonte,
nunca contemplado por la humanidad.

Ella quiso reclutarme para su ejercito de amantes muertos,
ella quiso verme en plena lid llorando,
sobre flores secas habidas de paz.
Ella quiso el mar abierto y yo la orilla,
la cautela se vestía de temor.
Ella prefirió comerse las semillas,
aunque a veces engañoso es el sabor,
aunque en ese acto abandono el color de mis mejillas.

Ella decidió volverse todo lo creado para mi tristeza,
todo se hizo horrible pero yo la amo,
como el tiempo a la frecuencia del reloj.

Cuando en el amor se persevera,
todo lo existente cobra vida nueva,
Aún con cielos tristes, aunque nos mordamos los dolores para no gritar.
Y aunque nuestra historia agonizante yace
y ella guarda aquel embrujo salvador,
Es probable que sus pisadas se enlacen
a una mano que no es de este trovador,
a una celda que prohíba que el amor se retrace,
y pierda la esperanza y el vigor,
pues no dijo que a la orilla del camino la esperaba un nuevo amor,
pues no dijo que la voz de un adivino presagio una mejor flor,
pues no dijo que quería que brotaran luceros de mi visión.

Y si la lejanía cambia sentimientos,
puede que en mi crezca lo que en ella ha muerto.
¿Como entonces pronunciar palabras?
Si no han de olvidar...
Amar.