Llanto de ángeles

¿Quién podrá pensar en voces eternas si el silencio las juzgo?
¿Quién podrá pensar en un día sin ruidos, un día sin sol?
¡Sin sol!, ¡sin sol!, ¡sin sol!
Lloro al recordar, lloro recuerdos que fui,
Sueños que el tiempo no va a ver lograr.
Cae la noche, y el cielo se esconde en su luz;
Calla la vida, los labios se secan, tus ojos ya no ven;
Recuerdos que fui sin realizar,
No hay esperanza, los llantos se apagan, la luz se va.
Y si esto es la cura a un designio de Dios;
Me pregunto porque la creación.
No hay paraíso, solo angustias que van, reclamando con llanto su paz.
Aun puedo sentir en mi carne mortal, fría sangre que no correrá;
Se puede volar con la imaginación, sin temor a caer.
Condena el dolor en la gloria; nunca volveré a sonreír,
Mi espíritu será del abismo en la eternidad.
Condena mi alma por siempre, libera esa angustia total,
Y vela este libre deseo en la eternidad.
Condena el dolor en la gloria; nunca volveré a sonreír;
Nunca volveré a estar aquí.