Las brujas del jardín

Puedes lamentarte envés de estar,
puedes abrasarme y no tocarme.
Puedes ver tu rostro en un altar
o la trillada escena de mi carne

Puedes ser el mar…

Puede ser la farsa entre los dos
y tú defiendes siempre el lado que no entiendes.
Puedes refugiarte en algún dios
para borrar la culpa que detrás del velo escondes

Puedes ser mar, puedes amar y desalmarme

Puedes ser el mar…

Puede ser posible que tú llanto
termine por borrarte la memoria,
que ofrezcas tus penas a los santos
y empieces a escribir tu propia historia
que no es la misma,
que no es la mía.

Pero no, no podrás disimular
que las estrellas se visten de seda
cuando te acuestas junto a mí
burlándolas todas.
No, no podrás fingir cordura
cuando distiendo tu cadera y corren las brujas del jardín
en tu figura. Puedes saltar de mi pecera
abrir un resto de corazones,
puedes ser de pronto más sincera
y platicar con la conciencia rus razones

Puedes ser el sol

Puedes agarrarme y con la uñas
sacarme los ojos de la cara,
cambiar mis ilusiones por las tuyas
y robarme los recuerdos por si despertara
y al despertar ya no te amara

Pero no, no podrás disimular
que los pudores se tiran al suelo
y te besan los pies cuando caminas
junto a mí.
No, no podrás fingir cordura
cuando destape tu hermosura
frente a la hoguera con las brujas
del jardín.

Puedes descifrar el mundo entero,
taparte mis huellas con espuma,
con la espuma que dejas al pasar. Puedes estar, salir, entrar, volverme loco
cuando caminas entre espinas;
soy un preso en los excesos de la sangre...

Puedes estar, salir, entrar, volver de pronto,
alzar, bajar, jugar, gritar, llorar por todo
y al final dejarme solo…
Dejarme sin ti…