La silla vacía

Un hombre en silla de ruedas,
llevado por una niña,
Se detiene y me dice
hola Yuli, como estas?
yo no se si te acordas,
era un alegre locutor
en la vecindad Las Flores,
y se te ofrece con toda voz...

al verlo muy sorprendido,
por el amigo quedé,
lo abrazé y le dije hermano
y se puso a llorar,
y llorando me decía:
Te quisiera yo contar,
esta cruz que hoy yo cargo
sucedió hace un tiempo atrás,

haciendo changas,
en un gran corralón,
las bolsas de cemento,
cargada en un camión
y en segundos,
ni sé cómo sucedió,
la montaña de cemento,
sobre mi cuerpo cayó. oscuro y cierto mi destino
como puedo voy tirando,
mi cuerpo, casi muerto,
espera el juicio final,
me acompaña en mi calvario,
solo mi hija,
que guía mi silla de ruedas,
y salimos a pedir...

no es por plata que te hablo,
me alegró el encontrarte,
solamente yo te ruego,
si algún día vos podes,
que llegues hasta mi casa,
recordar me hará muy bien,
se me escapa ya la vida,
Yuli no tardés...

se perdieron
en la tarde los dos,
no pasaron muchos meces,
a su casa llegué yo,
sentí en mi pecho,
que algo incendió mi corazón,
abrasada vi a la niña,
a la silla...
Vacía...

La la la la,
La la la la,
La la la la,
La la la la,
La la la la,
La la la la,
La la la la,
La la la la,
La la la la,