La odisea parte 3

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Letra de La odisea parte 3

Cevlade

Los mares se mecen al compás de tus lamentos
A solas las olas me hablan de esos tormentos.
La luna se queja del manoseo de los poetas.
La pena nos deja deseosos de anfetas.
No tengo ansias, ni metas, aún así salgo en tu búsqueda.

Aún tengo mucho por decir, muchos mundos por definir,
lucho tenaz con mi letargo, aún hay rimas por construir
pero a veces me siento mudo, en la garganta el manso nudo
el corazón en shock desnudo pues no se pudo escribir.
A veces me siento viejo y lleno de complejos,
cuando me odio más que nunca todo el mundo es un espejo,
yo en mi rap dejo desde mi alma hasta el pellejo
aunque el público lo festejo estoy más solo, estoy más lejos.

Nunca fui fuerte pero vencí a la suerte, convencí a la muerte,
haré lo que sea hasta obtenerte. Sé que existes,
al hallarte verás que no hay lugar más fértil pa’ una rima
que la angustia de un poeta triste.

No hay más dulce amor que el del rocío y la flor,
ni placer más delicioso que el ver cómo te desvistes,
no hay peor error que cometerlo dos veces, ni peor dolor
que ver que el niño interno crece porque insistes.

En ocasiones, canciones, pasiones, constelaciones, visiones,
oraciones y hasta ilusiones llevo aquí dentro,
busco las palabras exactas, no las encuentro,
no puedo traducir too’ esto, aunque ¡puta! que lo intento.
Lo siento, porque esto es puro sentimiento,
es dibujar muertos uniendo los puntitos del firmamento,
es mi madre sonriendo antes de dormirme, contándome un cuento
mientras su rostro se está pudriendo.

Si, comienza a llover,
los relámpagos son flashes morbosos sobre el cadáver,
sufro como un ciego deseoso de volver a ver
y recorrer con manos ansiosas a la mujer
a la que dio sus ojos, la que en un antojo de enojo
lo dejo y dijo riendo --Te espero en el color rojo --,
y así el ciego imaginó el sonido de ese color,
sin saberlo solo obtuvo el gris zumbido del dolor,
y volvió a estar en su cama, imaginando mirar por la ventana,
pensando que pensar sanará su mañana, así que beso y pensó
sin descanso, yo en tanto pienso en mi y en la manzana
solo un verso nos separa.
Y de mucho pensar y poco dormir
olvidé que pa’ sonreír no era necesario fingir,
y así supe concluir que incluir mi alma al escribir
es destruirme gratis, basta fluir pa’ influir.

Porque huir seria una opción cobarde,
como intentar hablarle y arrepentirme instante antes cada tarde,
tantas veces que no supe yo dar bien con las palabras,
me juré en voz baja – Cevla, algún día lo sabrás -

Así hoy trato y busco, enfrento disgustos, momentos injustos
por lo que creo justo, severamente me juzgo,
el puño en el pecho me incrusto
too’ pa sentir que en cada rima me luzco.

Voy a acostarme clavar la mirada al techo y largarme,
sentarme en la luna, una canción de cuna cantarme,
arroparme de una vez para luego abandonarme,
con un beso en la frente too’ los cuentos traspasarme.

Enfrentarme es afrontar que no quiero enfrentarme,
quiero fundirme en una letra y nunca hallarme, no callarme,
esa existencia inagotable, yo y mi rima interminables,
ella por rapearla, yo por escucharle.
No quiero contarle, no quiero confesarle
que el paso del tiempo en mi sí es inexorable,
pero no porque yo quiera, yo he muerto de mil maneras,
mas el mundo y el papel de mi algo más aún esperan.

No existen límites, ni mi timidez, ni mis miles civiles
miedos vencerán mi testarudez,
difícil es solidez en tiempos difíciles,
aún así toda mi desilusión dice - ¿Me admites? -.
¿Cómo es que no ves que ya está lleno mi infierno?
¿No ves cómo agoniza ya sin hojas mi cuaderno?,
no ves que no duermo, no que ves tiemblo,
y que sucumbo todo frágil cuando la rima no encuentro?
No puedes pedirme, despedirme de mi rap,
No puedes impedir que no me sienta libre y que no vibre,
conozco muy bien los skills que exhibiré,
exigiré que me escuchen, también que nadie a mi me mire.
Cabalgaré por los desiertos más áridos,
dibujaré tu nombre en el horizonte con alaridos heridos,
sangraré una religión desde mis ojos caídos,
sólo seré un inválido si temo o me doy por vencido.
Recorreré el infinito con tu aroma entre mis barbas,
preguntando a las estrellas ¿dónde logran lo fugaz?
pues oí que allí estarás, que esperarás la eternidad
bordando cielos cada noches porque así recordarás
que caí de mundo en mundo por seguir tu rumbo,
ser segundo por segundos fecundó un dolor profundo,
son las llagas celestiales, los dolores ancestrales,
manantiales carmesí fuera de sí de mis ojos salen.
Son el símbolo de lo que llevo dentro,
necesito hallar mi máscara no la encuentro,
¿Dónde estás? déjame verte, recorrí el tiempo por ti,
sal ya y deja de esconderte.

Tú me darás la paz, me darás la armonía,
no es analogía, sólo una rima sin traer mejoría,
mi filosofía día a día es un Yeah!
pero ¡ahh!, me cago entero si veo una botillería,
es que sufrí a sangre fría y puse a prueba mi hombría,
si hacia ayer yacía mi dignidad y mi alegría,
allí habría ebria mi alma hacia botellas vacías
y en la euforia más lamentable yo elegía mi elegía.

Letra de La odisea Parte 3 de Cevlade

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