La incompatible

De mi amor a tu odio
dicen que hay la distancia
que separa la tierra
de la altura del cielo.
Que una piscis del agua
no quiere a un sagitario
cazador de la noche
partidario del fuego.
¡Ay! no puedo entender que tiene que ver el amor con esas cosas
pero ella se va sin dejarme hablar mirándome pretenciosa.
Y después me comenta muy seria
que el horóscopo es la guía del ser
que porque no quiero comprender
que soy incompatible con ella
que porque no quiero comprender
que soy incompatible con ella.

Cuando la invito a cine
me dice que prefiere
ver las telenovelas
descansando en su casa
si la convido a futbol
me dice que no puede
que esas cosas del Junior
no son para las damas.
¡Ay! yo vuelvo a insistir y la invito a ir playa o a discoteca
y ella con horror reclama: señor acaso usted no respeta.
Usted está equivocado si piensa
que yo soy alguna libertina
soy nacida y criada en La Guajira
y allá las mujeres si respetan
soy nacida y criada en La Guajira
y allá las mujeres si respetan. Se encontró una gitana
que la suerte le dijo
que yo no soy su tipo
ni su buenaventura.
Que en su mano está escrito
que el hombre de su vida
es mejor parecido
y de mayor alcurnia.
Intento explicar que debe pensar en cómo soy yo por dentro
y ella dice que no tiene interés en ver malos sentimientos.
Entonces y le dije muchacha:
esa gota si rebosó el vaso
siga si quiere de mojigata
que se va a quedar vistiendo santos
siga si quiere de mojigata
que se va a quedar vistiendo santos. Le dije que siguiera
pendiente de los signos
creyendo en su gitana
y demás tonterías.
Que si el tren le pitaba
ahí tenia las novelas
la suerte y las barajas
pero sin compañía.
Quien iba a creer que pronto iba a ser ella la que me buscara
y que después yo le diría que no y a veces me regodeaba
y ahora tengo un secreto infalible
para mantenerla complaciente:
le conté que me salió en la suerte
que los dos somos incompatibles
le conté que me salió en la suerte
que los dos somos incompatibles.

Se encontró una gitana
que la suerte le dijo
que yo no soy su tipo
ni su buenaventura.
Que en su mano está escrito
que el hombre de su vida
es mejor parecido
y de mayor alcurnia.
Intento explicar que debe pensar en cómo
soy yo por dentro
y ella dice que no tiene interés en ver malos
sentimientos.
Entonces y le dije muchacha:
esa gota si rebosó el vaso
siga si quiere de mojigata
que se va a quedar vistiendo santos
siga si quiere de mojigata
que se va a quedar vistiendo santos.

Le dije que siguiera
pendiente de los signos
creyendo en su gitana
y demás tonterías.
Que si el tren le pitaba
ahí tenia las novelas
la suerte y las barajas
pero sin compañía.
Quien iba a creer que pronto iba a ser ella la
que me buscara
y que después yo le diría que no y a veces me
regodeaba
y ahora tengo un secreto infalible
para mantenerla complaciente:
le conté que me salió en la suerte
que los dos somos incompatibles
le conté que me salió en la suerte
que los dos somos incompatibles.