La fuga del rojo

El carro ya se paró
ya está cayendo la tarde
y a mi se me hace teniente
que va sudar pa´ llevarme.

mira rojo no le busques
te voy a soltar las manos
pero me dices tu nombre
y adonde iba el contrabando,

ya me arrancaron las plantas
y me quemaron las manos
y con tanta calentada
el nombre se me a olvidado.

tu deberias de saber
somos casos diferentes
yo soy hombre natural
a ti te hicieron teniente,

mas como voy a escaparme
les voy a contar un cuento:
seiscientos mil centenarios
era el robo de sarmiento
lo llevé a San Salvador
y asi ayudé al movimiento. Te escapastes de Chicago
y también de Nueva York
y aqui me llega un reporte
que te robaste un avión.

Me acusan de muchas cosas
pero nada comprobado
ni siquiera trae mi nombre
de plano andan despistados,

como lo habia prometido
el rojo se les fugó
el rojo no es asesino
la vida le respetó,

puedes usar tu pistola
ya logré soltar mis manos
y ahora que estamos parejos
te notó que estas temblando,

ahí te dejo estas granadas
amarradas por detrás
ya les quité la espoleta
ahí tu si quieres volar
le dices al comandante
que en Durango me ha de hallar.