La corriente añil

Ainhoa:
Te solía decir:
"No te pierdas y me pierdas."
Forma estúpida
de predecir.

Fui ciega entre norias.
No acepto derrotas.

Te solía decir:
"Dame vida."
Faltan horas.
De un soplido
llegó a su fin.

Vino el invierno.
Me dio sus trofeos
De alcanzar la meta
Pero en último puesto.

Si... Si no supiste el resto,
Haber planeado el sexto
Día en que ya tus besos
Eran de falso techo.

Vila:
Olía a tabaco su boca,
Los ojos rojos por las lágrimas.
El cuero del volante le ayudaba
A mantener la calma.
Miraba su reloj cada treinta segundos
Esperando que la aguja se parara, no paraba.
No había ni un alma en la calle, la luz tenue,
Vaho en los cristales y dolor en el ambiente.
Dime lo que harías si supieras
Que la persona que amas
También es la que te miente.
Como mirando atrás,
Pensando nunca más,
Pero el final es un péndulo y no puede avanzar.
Palabras de hielo y cristal,
Mentiras de ceniza y sal.
Solo apretaba el pedal,
Dejar esa espiral.
Salir de la tela de araña,
Poder respirar.
Parece una broma que todo vaya genial,
Hasta que ya no se puede arreglar.
Y, ¿qué vas a hacer?
Cuando no sabes lo que tienes que hacer.
Cuando los días se transforman en semanas,
Y una mala racha se convierte en tu forma de ser.
Solo quiso escapar, dejar de correr para gatear. Nunca le temió a la soledad,
Sino a tanta libertad.