Integral

"No educamos para los años en que alguien está en la escuela, sino para la vida."

Un colegio marianista educa de forma integral,
desarrolla cualidades, no sólo adoctrina sin más.
Cada uno explora sus talentos,
despertamos las conciencias, damos savia a los sarmientos.

Damos sólida intelectual formación,
promovemos calidad en técnica educación.
La creatividad explosiona,
cuando el alumno en su interior descubre que lleva una bomba.
En tolerancia y comprensión
no solo damos instrucción, abrimos mente y corazón.
Y así es como educamos, y así es como enseñamos,
dando la vida, desviviéndonos al darnos. El espíritu interior se fortalece,
abrimos mundos escondidos, los enigmas se esclarecen.
Entramos por la senda del silencio,
la reflexión y el discernimiento.
El pensamiento crítico se desarrolla,
la libertad vence prejuicios, como caballo de Troya.
Ya lo dejó escrito el fundador: "Lo esencial es lo interior"

El ambiente colegial es el contexto
al educar ponemos nuestra vida en juego, sin pretexto.
El currículo académico el primer vehículo
el testimonio propio es el mejor estímulo.
Profesores, personal, entrenadores,
catequistas, administración y animadores
todos ellos son comunidad educativa,
que con su vida misma testimonian la alegría.
No pedir a un alumno lo que él no puede dar,
secuenciamos el currículo desde su realidad,
No educamos a personas sin contar con ellas,
ponemos medios, exigimos siempre en coherencia.

"Padre nuestro" rezamos,
de la oración del maestro enseñamos,
que todos somos hermanos,
y nos cogemos las manos,
sin ser esclavos de amos,
al más pequeño amamos,
y del respeto nace la alegría de estimarnos. Conocemos necesidades,
adaptamos los estilos
a sus capacidades.
Cada persona es un universo,
potenciamos los derechos,
responsable al ejercerlos.

Esforzados en la educación verdadera
forma al alumno desde dentro hacia fuera.
Y así es como educamos, y así es como enseñamos,
dando la vida, desviviéndonos al darnos.

A estudiantes de toda clase y condición,
abrimos puertas, rechazamos toda distinción.
Les revelamos sus talentos y capacidades
adquieren la conciencia de los dones personales.
Así nace el respeto, admiración por otros
la autoestima sana y la búsqueda del bien otro.
Eso sí nuestro colegio nunca estará abierto,
a quienes buscan segregarse en grupo selecto.

Facilitamos el acceso a la tecnología,
no son sólo herramientas que hacen nuestras vidas distraídas.
Se valoran al servicio de la humanidad,
nos preocupamos por justicia y solidaridad.

La creación estimamos,
con nuestro Dios cooperamos,
el medio ambiente cuidamos,
es praxis, no sólo lo teorizamos.

Una escuela así siempre soñé,
tantas personas que me hicieron bien.
Hoy doy las gracias por haber vivido,
vivo la vida compartiendo cuanto he recibido.

María es nuestro modelo,
cuidó de Isabel hasta que dio a luz al pequeñuelo.
Y en la cruz no abandonó,
de Cristo madre en la alegría y también en el dolor.
Pentecostés recibió el Espíritu
que impulsó a la Iglesia a predicar con todo el ímpetu.
Expandiendo el Evangelio de la Buena Nueva,
el testimonio de que Él vive, en corazones reina.
Ella inspira nuestros gestos,
en el servicio y la atención a los más pequeños.
Educamos para no rehuir el sufrimiento,
afrontar la cruz edifica los cimientos.
Como a ella el Espíritu nos urge,
a anunciar el Evangelio en los pueblos y urbes.
Y así es como educamos, y así es como enseñamos,
dando la vida, desviviéndonos al darnos.