Hielo

Échale tequila que la nube se atraganta;
sigo en mi rutina de escribirte hasta las tantas.
La de hacerme trizas cada vez que te levantas;
jugando con el hielo hasta que se nos acaba.

Es por tus ojos, por la deuda que me guardan.
Por las mentiras que salen si das la espalda.
Por los sueños que olvidamos en la almohada,
porque a pesar de todo, chica te tengo ganada.

No entenderte me hace daño como si miro al pasado,
a las tardes que me diste sin pedirme nada a cambio.
Odio quedarme en silencio cuando hablas con la mirada,
Pero duele más cuando te piras sin decirme nada.

Celos, mentiras, que estás cansada;
quise llegar al cielo pero me quedé en la entrada.
Las copas cargadas y mis chavales sentados.
Sonrisas fingidas, hielos, cuarenta grados.

¿Qué importa el cansancio? Estoy roto y doblado,
¿Tú qué es lo que miras? ¿Te gusta verme sangrando?
Soñando en parís, pero sin salir de Oviedo,
como mucho a tu cama, chica, pero no me quejo.

Dime qué pasa, qué sientes, por quién te fuiste.
Si pude darte el cielo, solo lo estaba guardando.
Estoy soñando un sitio que al menos sé que existe,
¿qué más te da dármelo si no lo estás usando?

Con heridas de guerra evitando ver tus fotos.
Borracho en las rocas, gritando tu nombre.
Lo veo turbio, salgo y bebo hasta que me ahogo;
mirando el final del mar sentado en el borde.

Que salgo y me desmonto, no se si pierdo o gano.
volviendo tarde y no temprano, sin princesa en mano.
Por mis chavalitos, los que quemaron las cartas,
y apostaron todo, cuando nadie tenia nada.