Hielo y ceniza

Oh,este piano,esta nota musical
esta tormenta de verano.

(victimas de la monotonia)
Suena como un trueno,hay un demonio con 2 cuernos en mi espalda,
delante de la barra el mas alla se abre de piernas,
nada es mas profundo que lanzar piedras
al viento de mis ansias bailando con mi alma.
Mientras suenan los tambores en este bar de Judas,
las penas y las dudas se beben con los licores,
si me canso de este mundo tu arrancame del suelo,
que quiero volverme loco y lo demas es lo de menos.

(Shinoflow)

Se que mi cuerpo es el pan para los cuervos,
he vuelto del recuerdo por vos,por el morbo de echar un polvo,
con los ojos bien abiertos para no perder
el detalle del instante en que me pidas perdon.
¿Quien eres tu?,me dices por detras de la mirilla,
y que te voy a responder,si lo supiera no vendria en tu busca,
me abres la puerta desnuda,
al salir por la ventana el tiempo solo deja arrugas.
Tengo deudas con una nostalgia que me va a matar,
busco una sonrisa de mi talla y quien me la va a dar,
el malabar de las palabras encantadas me llamaban
cuando las musas me amaban. (victimas de la monotonia)
Los pajaros regresan tras el hielo y las cenizas,
entre charcos de rencor y corazones hechos trizas,
regresan con espasmos y con los dos ojos vacios,
hartos de sentirse gilipollas con un gramo y una excusa.
Mira como muerdo mis espinas,
tengo el frasco del amor dentro de un cubo de basura,
condenado a ser yo mismo y condenado a mi locura
pero deja que me pierda en el palacio de mis ruinas.
Busco las pisadas de mis sueños entre nubes,
si se rompen los cristales me lo invento y que se jodan,
si descubres mis fantasmas no caigas en sus trampas,
que la vida es lo que quieras aunque ya no tengas nada. (Shinoflow)

Cual es el horario de mis labios por que me dejo
de joven aquel amor que vio que me dijo adios,
ya no esperemos que no si ya me dejo escapar,
sera que hay alguien mejor o solo fue soledad,aja.
Guardo mis sueños entre capas,
y es que lo mas precioso escapa si no lo atrapas,
guapa llevame,llevame hasta donde quieras,
porque las tormentas no tienen fronteras.