Estefa

Hubo una vez una princesa
La princesa de fresa se hacía llamar
Poseía encanto, el encanto de las hadas
Poseía un don, el don de la gracia
Todavía oigo a veces aquella risa contagiosa
Aquella risa de niña traviesa y pícara
Todavía veo y toco aquella larga melena
Tantos recuerdos martillean mi cabeza
Y tu luz, dime adonde fue tu luz

Y mi razón lo entiende
Pero mi corazón te llora
Y mi alma huérfana sola envejece
Sabiendo que hubo un tiempo
En el que tuvo compañera
Pero no pudo ser más que un tiempo
Bonito, precioso, pero finito
Tan corto

Ahora dime si hay marionetas
En el cielo
Kilimiliklik
Mi imaginación no es suficiente
Para mi consuelo
Tomo consciencia de lo limitada que estoy
Es tan grande el dolor de tu partida
Que solo lo consuela el haberte conocido

Y mi razón lo entiende
Pero mi corazón te llora
Y mi alma huérfana sola envejece
Sabiendo que hubo un tiempo
En el que tuvo compañera
Pero no pudo ser más que un tiempo
Bonito, precioso, pero finito
Tan corto

Te fuiste demasiado pronto volando tras él
No entendías esta vida sin él
A pesar de tus tantos miedos y tu fragilidad
Fuiste valiente, tan valiente
Imagino que vuelo que salgo de este pesado envoltorio
Imagino que me elevo que soy ligero etéreo
Capaz de traspasar cualquier materia, vuelo
Vuelo con un fin, solo un fin
Reencontrarte, reencontrarte princesa de fresa…