Letra de Esclavas del fuego
Klitosoviet
[Júz, narración]
«La mujer, atada al lugar del fuego, lo domesticó y lo hizo su sirviente. Pero las leyes del desarrollo económico modificaron esa relación y la llama del fuego familiar llegó a esclavizar a la mujer, convirtiéndola durante largo tiempo en una mujer criada y sin derechos, relegada al fogón de la cocina» (Aleksandra Kolontái).
[Inés M.]
¿Te has sentido alguna vez tan viva
como cuando rajaste las medias?
tragicomedia, vida alienada.
Haciendo burla al drama
que vives por ser esclava,
prisionera de la casa,
de la cama,
de la flama,
de la trama de un guion
que ya escribieron por ti. ¿Quién decide?
¿Quién te dice?
¿Quién te oprime?
Te felicitas
por ser feliz según te dictan.
Te regocijas,
se regocijan de que brillen tus cadenas.
De que seas lo que quieren que seas…
no te llena.
No es coincidencia,
es conveniencia
que la paciencia sea virtud
cuando te explotan y someten.
Y entre las bambalinas
relees tu papel.
Dices: «¿Por qué?
¿Qué gano yo?
¿Por qué este error?
¿Por qué tú no?».
Me estoy muriendo
de pena,
de hambre,
de rabia,
de amor.
De no dar la talla
o seguir el patrón.
De callar el dolor,
de no ver a Dios.
De buscarlo en tus normas,
¡jodido opresor!
De jugar tu tablero
sin fichas, sin dados.
Frente al patriarcado
dos moldes pactados
en un contrato a uno.
Es cierto, es duro.
No quieras callarme
si sé que no es justo.
Que mi esfuerzo vale menos,
menos valen mis deseos,
que sé contar con los dedos
los pulsos que te he ganado…
Y no es por ser menos apta,
no es por no hacerlo bien.
Es porque tú eres un hombre
y yo solo una mujer.
No es que no quepa,
no es que no encaje.
¡Si este es el sistema
no soy engranaje!
Que engrase tu rueda,
alimente tu fuerza.
¡Ser nieta de brujas
es digno linaje!
Bagaje inconcluso,
nula trayectoria.
Me omiten los medios,
me fuma la historia.
Me sobran las fuerzas,
mi causa me avala.
¡Esto va por mí
y por mis hermanas!
Nos das las migajas
y nunca renuncias,
sagradas las nupcias
con el capital.
Generemos reacción,
somos superación,
digna revolución.
¡Llevemos la lucha a la calle!
Viva insurrección.
Mordamos al patrón.
¡Escúchame, cabrón!
No vamos a olvidar
ni una violación.
Somos subversivas,
somos insumisas.
La fragua de rabia
la unión cristaliza.
La desobediencia,
seremos violencia
por toda la que a nosotras ejercieron.
Conquisto derechos:
los que son míos.
Yo no mendigo al tirano opresor,
domadora del fuego.
Hija del mismo al que
por tu culpa se me encadenó,
se me condenó,
desvirtuó,
se me asesinó,
se me destruyó,
se me arrancó
el soplo de vida
de grandes mujeres
que fueron,
que han sido,
serán y que hoy son.
Nuestra canción
me eriza la piel.
La sororidad
como arma pa’ vencer.
¡Hoy las de abajo
toman el poder!
Que el más alto árbol
se tala en el pie.
Vimos nuestra sangre correr,
nuestras madres huir,
nuestras vidas dejar de existir
para tan solo ser aprendices de ti.
No podemos más,
¿aguantar hasta cuándo?
Si es por ser libre
moriré luchando.
Somos la mitad,
pero iguales no.
Hijas de la miseria,
ella nos forjó
rebeldes, valientes
supervivientes.
de este sistema
que nos olvidó.
Hijas de la miseria.
Ella rebeldes nos forjó.
«La mujer, atada al lugar del fuego, lo domesticó y lo hizo su sirviente. Pero las leyes del desarrollo económico modificaron esa relación y la llama del fuego familiar llegó a esclavizar a la mujer, convirtiéndola durante largo tiempo en una mujer criada y sin derechos, relegada al fogón de la cocina» (Aleksandra Kolontái).
[Inés M.]
¿Te has sentido alguna vez tan viva
como cuando rajaste las medias?
tragicomedia, vida alienada.
Haciendo burla al drama
prisionera de la casa,
de la cama,
de la flama,
de la trama de un guion
que ya escribieron por ti. ¿Quién decide?
¿Quién te dice?
¿Quién te oprime?
Te felicitas
por ser feliz según te dictan.
Te regocijas,
se regocijan de que brillen tus cadenas.
De que seas lo que quieren que seas…
no te llena.
No es coincidencia,
es conveniencia
que la paciencia sea virtud
cuando te explotan y someten.
Y entre las bambalinas
relees tu papel.
Dices: «¿Por qué?
¿Qué gano yo?
¿Por qué este error?
¿Por qué tú no?».
Me estoy muriendo
de pena,
de hambre,
de rabia,
De no dar la talla
o seguir el patrón.
De callar el dolor,
de no ver a Dios.
De buscarlo en tus normas,
¡jodido opresor!
De jugar tu tablero
sin fichas, sin dados.
Frente al patriarcado
dos moldes pactados
en un contrato a uno.
Es cierto, es duro.
No quieras callarme
si sé que no es justo.
Que mi esfuerzo vale menos,
menos valen mis deseos,
que sé contar con los dedos
no es por no hacerlo bien.
Es porque tú eres un hombre
y yo solo una mujer.
No es que no quepa,
no es que no encaje.
¡Si este es el sistema
no soy engranaje!
Que engrase tu rueda,
alimente tu fuerza.
¡Ser nieta de brujas
es digno linaje!
Bagaje inconcluso,
nula trayectoria.
Me omiten los medios,
me fuma la historia.
Me sobran las fuerzas,
mi causa me avala.
¡Esto va por mí
y por mis hermanas!
Nos das las migajas
y nunca renuncias,
sagradas las nupcias
con el capital.
Generemos reacción,
somos superación,
digna revolución.
¡Llevemos la lucha a la calle!
Viva insurrección.
Mordamos al patrón.
¡Escúchame, cabrón!
No vamos a olvidar
ni una violación.
Somos subversivas,
somos insumisas.
La fragua de rabia
la unión cristaliza.
La desobediencia,
seremos violencia
por toda la que a nosotras ejercieron.
Conquisto derechos:
los que son míos.
Yo no mendigo al tirano opresor,
domadora del fuego.
Hija del mismo al que
por tu culpa se me encadenó,
se me condenó,
desvirtuó,
se me asesinó,
se me destruyó,
se me arrancó
el soplo de vida
de grandes mujeres
que fueron,
que han sido,
serán y que hoy son.
Nuestra canción
me eriza la piel.
La sororidad
como arma pa’ vencer.
¡Hoy las de abajo
toman el poder!
Que el más alto árbol
se tala en el pie.
Vimos nuestra sangre correr,
nuestras madres huir,
nuestras vidas dejar de existir
para tan solo ser aprendices de ti.
No podemos más,
¿aguantar hasta cuándo?
Si es por ser libre
moriré luchando.
Somos la mitad,
pero iguales no.
Hijas de la miseria,
ella nos forjó
rebeldes, valientes
supervivientes.
de este sistema
que nos olvidó.
Hijas de la miseria.
Ella rebeldes nos forjó.
Letra de Esclavas del fuego de Klitosoviet
Todas las letras de canciones de Klitosoviet. Letra de Esclavas del fuego de Klitosoviet y muchas más en SigueLaLetra
Podrás consultar todas las letras que quieras, añadirlas a tus letras favoritas y compartirlas con tus amigos.