Es por

Es por instinto
que seamos todos tan distintos
que algunos sean tan malhumorados
y otros vivamos siempre enamorados

Es por vergüenza
que escondemos amor bajo la mesa
y un poco le temes a la locura
cuando lo insano es tu irreal cordura

Es por costumbre
esperamos que el sol nos alumbre
y confundimos corazones ciegos
que luchan torpes contra nuestros egos

Esto no se parece
a los cuentos que nos contaban de chicos
donde la vida era un sinfín de alegrías
y las ilusiones eran compartidas

Tanto enumerar los motivos nos fuimos volviendo un sinsentido y digo que por causa y efecto no es recto el recorrido de lo ido, lo que vivo y lo que escribo.
Cuando las diferencias sean ciencias exactas y se calcule la tristeza, el instinto y la amenaza de saber que la balanza puede optar por no pesar todo el amor, sino la añoranza.

Es por instinto, es por vergüenza, es por costumbre.

Esto no se parece,
a los cuentos que nos contaban de chicos
donde la vida era un sinfín de alegrías
y las ilusiones eran compartidas