Epílogo

Me sometí a mí mismo a una metástasis,
Pero es curioso como siento éxtasis,
Descreo tanto que exista el empíreo,
Pero es muy cierto que éste es el infierno.
Me busqué entre sus cumplidos sin éxito,
Para ver que mis pedazos estaban escritos,
En los papeles que quemé por miedo a recordar,
Cuando sufrí delirios y quería despertar.
Me rasgué la piel como un mastuerzo,
Sentí que mi corazón estaba tan tieso,
No veía el techo, estaba nublado,
Era un vacío que traía tan consternado,
Y es que lo admitía, sólo pocos lo sabían,
Lo escondía como podía, ¿Que pasaría?
Me señalarían, se decepcionarían.
Fui tan hipócrita y temí, temí tanto,
Fuiste tan tonta y te di, te di mi llanto.
Y es que toda bestia tiene el derecho,
Sí, hablo del de estar insatisfecho.
Mi pecho con frío, perdido, podrido,
Mi rostro sin expresión alguna,
Mientras todo lo demás estaba en ruinas,
Me mantenía siempre en ayuna,
Y mis manos siempre estaban adormecidas.
No veía lo que podía querer,
Y es que había tanto por lo que luchar,
Tanto por lo que volver a reflexionar,
Las nubes, el cielo, el sol, vos,
El amor, el dolor, toda sensación.
Esto terminaría esa noche, lo juré,
Pero envés de sangrar, me quemé.
Sonreí y de nuevo pensé,
"Rendirse no se vale", tan sólo lloraré,
Y asumiré cada sabor amargo.
Los vómitos serían un gran desayuno,
Si me dejases compartirlos contigo a mi lado.
No te soltaré jamás la mano, no,
Cuéntame tus problemas aunque sean mi veneno,
Porque quiero verte reír para ser feliz,
Porque saldré adelante, tan sólo por ti,
Porque quisiste que así fuese, ¿Verdad?
Porque esta historia debería terminar,
Pero al final nada iba a acabar,
Porque quedaba un epílogo para contar. "Las buenas historias, jamás se acaban.
Y esta, no iba a ser la excepción."