El principe

Hay historias de molinos de viento,
son historias de nunca terminar,
son las que cuenta el prudente que huye,
porque al héroe quiere condecorar.

Otras veces lo que fácil te llega
a los días como vino se va,
y por eso si la limosna es grande
hasta el santo deberá desconfiar.

Es que el fin justifica mis medios,
no me importa ni quien pueda caer.
Todo o nada para ser tu dueño,
y que caigas rendida a mis pies.

Es tan fácil que me pidas perdón,
lastimarme es tu nueva religión,
y es por eso que te quiero avisar,
que la guerra está a punto de empezar.

Ahora veo el panorama alterado,
esta historia de quererte alcanzar,
con mis planes demostrarme de a poco
sólo basta que prepare el altar.