El olor del miedo

Olor a buitres devorando
la carne en descomposición,
tierra en mis uñas, sangre seca en las manos,
por siempre el mismo horrible olor.

Yo no soy el salvador.

Que no acabe el día hoy,
que no caiga el sol del cielo,
que en lo alto se escuche mi voz,
que tengo miedo a seguir despierto.

Que esta noche gane el sol,
que no llegue el olor del miedo,
que mi padre se apiade en mi voz,
que sepa que quiero estar muerto por favor.

Dios bendiga mi dolor.

Baños de agua fría congelan mi voluntad
como el gusano se retuerce con la sal,
olor a crimen, solo dime a quien debo matar,
mi mano extingue el día y llega a su final. Yo no soy el salvador.

Que no acabe el día hoy,
que no caiga el sol del cielo,
que en lo alto se escuche mi voz,
que tengo miedo a seguir despierto.

Que esta noche gane el sol,
que no llegue el olor del miedo,
que mi padre se apiade en mi voz,
que sepa que quiero estar muerto por favor.

Dios bendiga mi dolor,
dios bendiga mi dolor,
dios bendiga mi dolor.

Y se pone el sol.

Y se pone el sol.

Y se pone el sol.

Dios bendiga mi dolor.

El agua no se lleva mis pecados,
me fundo en nubes de calor,
las tumbas y mis culpas apiladas,
dios bendiga éste dolor.

Que no acabe el día hoy,
que no caiga el sol del cielo,
que en lo alto se escuche mi voz,
que tengo miedo a seguir despierto.

Que esta noche gane el sol,
que no llegue el olor del miedo,
que mi padre se apiade en mi voz,
que sepa que quiero estar muerto por favor.

Dios bendiga mi dolor.