El oficio

Estaba muy a gusto yo en mi casa, cuando sonó el celular y vi que entraba un llamada, conteste y me dijo una voz familiar viejo como esta rato que no lo escuchaba, el patrón va tener una fiestecita y quiere oír las guitarritas en el racho de las palmas.

Ya sabe el precio no es problema, aquí la salsa se trata del que el señor se entretenga, lo esperamos mañana por acá me marca al celular cuando ya venga cerca, y prepárense que no los va soltar, no le ocupo contar ya conocen las reglas.

En caliente le marque yo a los muchachos y les dije camaradas hay que irnos alistando me marcaron de aquel rancho de las palmas, saldremos en la mañana pa´ poder llegar temprano y prepárense no vamos a dormir a veces es así ya conocen el trabajo.

Llegamos por allá en la tardecita y el cantar de los gallos otra vez nos recibía, muy gustoso el señor llego a saludar, chavalos como están rato que no los veía, yo se que ustedes no me quedan mal hoy me voy a enfiestar con amigos y familia.

Empezamos cuando el sol se iba metiendo y todos los invitados ya se estaban divirtiendo, entre gallos y botellas de buchana´s sonaban las guitarras y todos muy contentos, devolada se nos fue la madrugada y seguían las guitarras cuando el sol iba saliendo, no se cansaba el señor y ahí seguimos al pie del cañón siempre nosotros estuvimos.
Cada oficio tiene su sacrificio pero se recompensa en todos los sentidos, con permiso nosotros nos retiramos las guitarras que escucharon son el trió consentido.