El mito de la caverna [haere mai: bienvenido]

Ainhoa:
Ya quiero acariciarte,
Lo único que ves,
No es todo lo que vales,
Como un iceberg,
Y yo trato de chocarme...
Casi todos son,
Sombras en el aire,
Con gafas de sol,
Y mucho maquillaje...
Conoces la ciudad,
Pero no quieres arriesgarte.

Vila:
Sólo puedo ver lo que me deja ver la vida sin plata,
Y encima tengo que hacer como si nada,
Callarme la boca, creer en su dogma y dar gracias.
Mi lágrima suelta migaja (?)
Nostros que fuimos criados con la idea de que éramos leones,
Somos insignificantes, hormigas siguiendo patrones...
Ahora que todo es sencillo y vanal,
Le digo ¿qué tal? Me dice que lo hace genial.
¿Cómo pretenden que avance la rueda si están caminando hacia atrás?
Sólo veo marcas y publicidad,
Me dicen qué hacer, y cómo actuar.
Lo sé de sobra, y no pienso cambiar,
No sé qué es peor, engañar o dejarse engañar.
Conoces muy bien el viento que sopla y lo sigues sin rechistar,
Como la vela de un barco pesquero naufragando a mitad del mar,
Las nubes cubren el cielo y el sol ya no puede brillar,
Aún así estamos ciegos pensando que vemos la imagen real,
Y tan sólo es conformidad... Ainhoa:
Diseñas tu plan,
Dentro de la creencia abismal
Que te retiene detrás...
Te enganchas a mí,
Te vicia el dolor,
Me das la razón,
Pero, te quedas ahí.
Tu rumbo es tu hogar...
Mientras pasa la vida,
Desde lo alto pecarán tus dioses
De plastilina.
Te ataste con mil alambres,
Y te corté sin querer,
Y aprendí de los más grandes
A desatarme también... Vila:
Y ahora que esperan que sanen mis penas,
Siguiendo las telas de los días atrás (?),
Siento que puedo romper ese muro
Y quemar a la reina con su reveneran (?)
Entiendo que el miedo no deja avanzar,
Entiendo que pienses que el suelo es para caminar...
Pero cuando mires arriba me verás volar,
Como a quien rezarás...