El incrédulo

Las palabras que repiten
Son su cruz,
Como ocultan la verdad
Aun naciendo la unidad
Agua hirviendo no podrán
Ni ver la luz,

Gritaran observando sus pies
Sin descanso con grandes cadenas
Sobre el cuello una gran pesadez
Arrastrándose envueltos de pena.

Sus sentíos
Son sellaos
No comprenden más de lo que dan
Algún día sus discursos
Sonaran dejándolos sin na. (Bis)

No me dejes caer señor
No, no, no otra vez
¡Oh señor!
Estoy a tus pies
Caí otra vez
En cuanto me olvide de ti,
¡Oh señor!
Levántame
Y guía mis pies
Enséñame el camino al jardín.

Oirán una voz que palpita
Rechazándolos sin decir na
Sentirán como sus corazones
Serán como cuerdas en su yugula.

Gritaran observando sus pies
Sin descanso con grandes cadenas
Sobre el cuello una gran pesadez
Arrastrándose envueltos de pena.