El escape

Si no fue hoy que escuche
tu mensaje en aquel teléfono contestador,
no creo que ya lo pueda hacer.
Es que estoy durmiendo en algún lugar
cubierto de hojas y pastillas,
y algún trago que al final, solo me hace sentir mal.

Estábamos de acuerdo en distanciarnos.
Esta vez, nuestra obsesiva relación no me iba a detener.
Al final junte valor y sin querer me suicide,
pero algo ocurrió.
Y ahí estaba otra vez,

recordándonos (el alma me alcanza).
Sintiendo el calor (en palabras de terror).
recordándonos (el asma me alcanza).
Sintiendo el calor (en mis pies otra vez).

No la estoy pasando bien,
los espacios se hacen más pequeños
cuando los dolores de cabeza,
me amenazan, con ya no volverte a ver.
Y así es como se siente estar solo,
y yo se que no lo haces.

Avisale a alguien que se hace tarde...