El de la frontera chica

Tamaulipas es mi estado,
soy de una ciudad muy cerca de Reynosa, mi querido Rio Bravo,
avanzando,
aun recuerdo mi comienzo en Villagran cuando me otorgaron el mando,
fue muy duro
estar lejos de mi familia, mas el trabajo pronto rendía sus frutos,
el tiempo es clave,
no hay fecha que no se llegue, ni esfuerzo que no se pague,

Mi familia, mis raíces,
de la Tres Veces Heroica, Matamoros pase ratos muy felices,
en la playa,
entre brechas con mi padre, los canales y piletas llenas de agua,
a mi viejo,
como lo echo de menos, siempre tengo bien grabados tus consejos,
te recuerdo,
han cambiado muchas cosas, ahora yo cuido de los nuestros,

hoy el pan con jalapeño ya se convirtió en caviar,
y el que de mi se burlaba la mano me quiere dar,
la moneda dio vuelta y me pude levantar

todo a base del esfuerzo, bien centrado el objetivo
les confieso me he fajado, pa’ obtener lo que he tenido
mis cachorros tienen claro que con esfuerzo forjan su destino

de tal palo tal astilla,
traen la escuela de su padre y se pasean por la frontera chica,
van sin prisa pero sin pausa, de repente echan relajo pero tranqui’ sin descuidar la balanza,
en un yate le pegan para Vallarta, tienen buenas amistades de confianza,
con un norteño o una banda se entretienen, muy seguido se amanecen pero hay que trabajar

mi cariño es de una dama,
ella supo darme todo, mis tres joyas que las llevo a donde vaya,
y con mi alma, ay caray, como les quiero, mi motor para seguir dando la talla,
desde arriba, tengo alguien que nos guía, que escucho cada oración que yo le hacia,
en el camino se que nunca he estado solo, yo solo le abro la puerta y la bendición llego

me despido en estos versos, no sin antes mencionar,
que puedes llegar muy lejos al derecho trabajar,
la cosa ira tardada pero hay que perseverar,

esto empezó de cero, el valor se necesita,
les mande hacer estos versos por si alguien se identifica,
se despide el señorón, desde la frontera chica.