El ancla

Recuerdo la tempestad, el camino sinuoso;
las imperiosas ganas de llorar
escaparle a la tristeza de tu mano fue un placer;
un poco de calma en este inmenso mar

cuando mi barco temblaba de miedo,
cuando en mi contra soplaba ese viento
cuando la confianza puede un muro derribar

y hacer que desaparezca
la tirana cobardía que gobierna cuando tenés que avanzar
Tanto importó tu presencia,
fuiste el ancla en mi destino contra todo lo que pudo hacerme mal

En el cielo una estrella con tu nombre encontraré
la que me sabrá guiar
En mi pecho para siempre habrá refugio para vos
que me supiste salvar de mi tempestad Siempre que me ponga mal,
que me invada la nostalgia, que me angustie por “pensar”
recordaré aquellos tiempos cuando no tenía valor
para enfrentar a mis fantasmas

cuando mi barco temblaba de miedo,
cuando en mi contra soplaba ese viento
cuando tu confianza pudo el muro derribar

y hacer que desaparezca
la tirana cobardía que gobierna cuando tenés que avanzar
Tanto importó tu presencia,
fuiste el ancla en mi destino contra todo lo que pudo hacerme mal

En el cielo una estrella con tu nombre encontraré
(la que me sabrá guiar)
En mi pecho para siempre habrá refugio para vos
que me supiste salvar de mi tempestad