El 600

Esta es una historia de amor,
de amor un tanto inusual.
Verídica y pasional,
aunque lejos de lo carnal.

¿Cómo les puedo explicar?
pensé que algo me andaba mal,
creí que era una obsesión,
ahora entendí que es el amor.

Comenzó un día de esos de verano,
yo iba por las calles de Lugano
hasta que un ser pequeño y diminuto
mis ojos encandiló.
No me importaba que este embarrado,
ni que de chapa venga averiado,
era aquel un Fito colorado
del año setenta y dos.

Y estaba para la venta y yo no tenia un mango,
y el dueño no lo soltaba y me empezaba a exasperar.
Hasta que una noche loco me fui encapuchado,
y por la fuerza de las armas pa’ casa lo pude llevar. Fuero días inolvidables,
siempre abrazado a tus caderas.
Eras mi gordita fulera,
no me importaban los de afuera.
Me reflejaba en tus espejos,
tu calefacción si me excita,
pa’ que quiero un ser humano....
si te tengo a vos “Milonguita”.

Y que no me vengan con las rubias,
que Mercedes Benz, Reno Laguna,
yo quiero abrir la puerta con un palo,
quiero un coche para armar.
Quiero sentir al motor al lado
para estar muy bien acompañado.
Quiero ventilete pal’ verano,
un iglú pa’ pernoctar...

Y es que ruge el motor del 600
y me pongo loco.
Hoy te cargue seis pesuli
¿hasta donde me vas a tirar?
Y es que con vos yo manejo el mundo,
me siento en el cielo...
sale tu aroma del caño de escape
y me pongo a llorar.

Te engramparon con el 600
Te engramparon con el 600
Chico por fuera y por adentro.... Es el Fiat.