Dos cafés

Dos cafés y los ojos como platos.
Otra vez tumbado y pensando.

Cómo hacer para intentar
cambiar mi vida tan normal.
Hace siglos que no salgo por las noches a soñar,
me habré vuelto demasiado conformista y terrenal.

Soy tipo complejo
cuando algo se mete en mi entrecejo.
Soy chico sencillo
cuando todo me sale muy bien.
Y si algo se tuerce
vuelvo a andar por la insatisfacción,
melancolía desenfrenada en este cuerpo de cartón.

Dos cafés para seguir adelante.
Otra vez un presente muy frustrante.

Y ya vuelve a aparecer
mi “yo” nervioso e inseguro,
con un nudo en la garganta, y el estómago en un puño,
cuando veo que aunque lo intente no podré cambiar el mundo. Soy tipo complejo
cuando algo se mete en mi entrecejo.
Soy chico sencillo
cuando todo me sale muy bien.
Y si algo se tuerce
vuelvo a andar por la insatisfacción,
melancolía desenfrenada en este cuerpo de cartón.

Dos cafés oyendo al tipo de la esquina.
Otra vez toca la misma de Sabina.

Historias que me hacen ver
que la vida es sólo un juego.
Es sencilla si lo piensas y decides apostar
por ser feliz, libre y valiente, y sin miedo al que dirán.

Soy tipo complejo
cuando algo se mete en mi entrecejo.
Soy chico sencillo
cuando todo me sale muy bien.
Y si algo se tuerce
vuelvo a andar por la insatisfacción,
melancolía desenfrenada en este cuerpo de cartón.