Después de apostar mi fe

Ya te lo dije una vez que no habrá segundas partes
y volviste a envolverme en seducción y malas artes. Es cierto,
el que ama tiene miedo a sentir,
es como aquel que se suicida y tiene miedo a morir.
Ódiame deprisa, ámame despacio.
Es una cárcel lo que hay entre tus piernas, no un palacio,
una prisión que matarías por volver,
me he fallado muchas veces, no volverá a suceder.
Yo soy pasión y poesía que ansía libertad,
a veces me sobra orgullo, otras tantas vanidad.
Sólo deseo que el tiempo haga su voluntad
y te convierta en espejismo o en la más cruda realidad.
Eres la nada indiferente que me amansa y que me ahoga,
no me deja bajar de la silla ni aprieta la soga,
una droga, un perfume con olor a noche en vela,
que brinda mil placeres pero ninguno consuela.
No sé que tienen tus ojos, me vuelvo loco mirándolos,
recordando tu boca y yo besándote.
No perderé ni un minuto de mi tiempo pensándote.
(Vive por lo que quieres y muere intentándolo.)
Y no me iré sin dejar huella,
voy a beberme los mares,
voy a contar las estrellas del cielo una a una,
voy a comprarte la luna,
aunque pierda una vida envasando una fortuna.

Otra vez que lo pienso sin entender, tal vez no te vuelva a ver
después de apostar mi fe.
(Y después de todo, todo se fue al olvido después de todo.)
Otra vez que lo pienso sin entender, tal vez no te vuelva a ver
después de apostar mi fe.
(Y después de tanto, todo se fue al olvido después de tanto.)

Con cada mirada que pienso me devuelven tus besos de nuevo,
¿Cómo vivir sin ti?: Aparentar sonriendo.
Tu alcoba que pregunta con este frío en el ambiente,
si era más grande tu amor o lo que de mí habla esa gente.
Habitas en mi corazón, das vueltas en mi mente
y ¿cómo conciliar el sueño? Mi sueño era tenerte
hasta el final de mi existencia, letras con violencia,
porque fue un acto cruel marcharte y vivir de tu ausencia.
Despertar en las madrugadas diciendo tu nombre
y abrazar tu almohada pensando que me extraña el doble,
pero es cierto... estás muy bien sin mí.
Yo a veces pienso en darme un tiro y por fin largarme de aquí.
(Probablemente algún día podre detenerte,
dejar de pensar en ti después de tanto encomendarte.)
(Si mi ambición es con lágrimas aliviarte
es porque también has deseado que pueda volver a verte.)

Otra vez que lo pienso sin entender, tal vez no te vuelva a ver
después de apostar mi fe.
(Y después de todo, todo se fue al olvido después de todo.)
Otra vez que lo pienso sin entender, tal vez no te vuelva a ver
después de apostar mi fe.
(Y después de tanto, todo se fue al olvido después de tanto.)

Ella es como el diablo, es un espejo al que mirarme,
es la forma más bonita que ha elegido pa' tentarme.
No sé porque habiendo un millón más una maneras para matarme,
de entre tantas tu elegiste amarme.
¡Ella es real y fantasía, es tentación reencarnada, condena,
para el que la quiera entera no la tendrá nada, pues
tu danzas por los sueños del que no puede dormir,
autocastigándose por haberte dejado ir!
¿Cómo confiar en tus palabras si sé que tus ojos mienten?
¡Y tu corazón me dijo "No habrá paz pa' los que sienten".!
¡Tu alcoba te pregunta con este frío en el ambiente
si era más grande tu amor o lo que de mí habla esa gente!
(¡Si somos tan demente en un palpitar inerte!)
(¡Viví para entenderte pero el verte lejos me causa temor!)
(¡El corazón no tiene cabida en una vida que en ti encontró la muerte!)
(¿¡En qué momento volví a hablar de amor!?)

Otra vez que lo pienso sin entender, tal vez no te vuelva a ver
después de apostar mi fe.
(Y después de todo, todo se fue al olvido después de todo.)
Otra vez que lo pienso sin entender, tal vez no te vuelva a ver
después de apostar mi fe.
(Y después de tanto, todo se fue al olvido después de tanto.)