Despojos

No sólo la serpiente que se arrastra deja su piel atrás,
también las aves dejan caer sus plumas al volar.
Todo lo que fue de uno busca dónde ir a parar,
se reúnen los despojos en algún secreto lugar.

Al andar, vamos dejando como cenizas invisibles,
para los ojos imperceptibles que encuentran dónde ir.
Se agrupan de a toneladas y nos dejan partir.

Avientan una flor a nuestro paso. (¡Yo!)

Coro.

Y seguimos adelante, de manera indiferente.
Sin percibir, ni siquiera, lo más evidente.
Porque todo lo pasado, somos nosotros, somos desechados, derruidos, olvidados.
¡Sómos despojos!

Lo descartado no está solo, está con el resto del descarte.
Y olvidar para los hombres es un arte
¿Buscarte? (¡Nah!)
Nadie va a tirar a rescatarte.

Me alivia que al menos esté en compañía,
todo aquello que fue nuestro algún día.
Como la madre que deja que partas,
y como el árbol que suelta la hoja.

Hoy todo lo que vivimos y fuimos aún nos añora.
Y se alimenta de “al menos” que fueron imposibles,
para beber de su melancolía infinita, invisible.
Algún día quisiera encontrar ese destino
Y hallarme con quien yo fui con quien quedó en el camino
Y abrazarlo si pudiera para agradecer y perdonar.

Entender de una vez, que sólo en sueños,
llegaré a ese lugar.

Coro x2