De niña a mujer

Desde siempre pensé que el vivir era sencillo,
y con el paso de la vida absorbo todo lo aprendido.
Siendo niña la sonrisa definía mi día a día.
¡Qué bonita se siente la ignorancia; no lastima!
Sin pensar en nada que no fuera la familia,
y por defecto no conformarme siendo una egoísta.
Niña inerte, dormida que estaba por despertar.
Lo mejor que da la vida aún tenía que llegar:
llegó mi primera lágrima, mi primera caricia,
mi primera vez, mi primera sonrisa.
Como todos mis amigos que hoy siguen a mi lado.
Me ha costado no caer, pero siempre he levantado,
con mi hermano enseñándome a no odiar,
con mi madre sin tesar, enseñando a valorar
lo que hay en mí que puedo dar
sin recibir, a aspirar a más, sin pisar a los demás,
¡Qué si quiero puedo, pero tenerte que luchar!
Me fui cambiando por dentro, creciendo con el tiempo.
Me paro a observar, porque no miro, contemplo
la belleza de un amanecer define cada cierto.
Tengo un mapa de mí misma donde me hallo si me pierdo,
tengo fe en el corazón donde muy pocos hombres llegan.
Admiro a las personas que aprecias si te entregas,
ignoro a la gente que sólo habla del pasado.
En la mano está el presente y el vivirlo es un regalo. Que el espejo dijo: mírame; evolución constante
que me hace verte tan grande.
El espejo dijo: escúchame; eras una niña
y ahora te veo una mujer.