Copa de cristal

En algún lugar en que se esconda...

En algún lugar en que se esconda la flor, la rosa espina
y rosa pocas manos son quienes la tocan.
Tengo una fosa y mil problemas, mil fantasmas que me
acosan cuando tú no estás en ellas.

Arriba, abajo, más de cien que decían expresando lo que
siento con un bolígrafo que escribe mal.
Mal-gástame los labios. A Dios le digo adiós, dos serán
quienes seamos.

Bajemos a este infierno, niña, no nos cuesta nada. Tu cintura
me llevó a perder todo sin ganas.
Sigo en mis trece, a las dos de la mañana y seguiré con esta
p*** sensación de la desgana.

Ámame con fuerza. Mi madre me decía: a ti mismo, Rubén,
a ti mismo deberías.
Escribiría como forma de sacar esas heridas, enseñarlas no
me vale si no curo sus 'yo', crías. Iría al fin del mundo, si allí tuviera paz. Be-bería de tu amor,
si no fuera tan fugaz.
Dejaría que me rozaras y no quemaras lo que tienes. Perdería
la cabeza por alguien que por mí la pierde.

Así despacio, con un ritmo y sin cubata, emborraché todas
las notas para que no recordaran nada.
Desencajé las emociones, y cuál puzzle, voy buscando la
que encaje sin razones.

Oh, la que encaje sin razones...
Desencajé las emociones...
Tú y yo...

Ay dios mío, tengo calor y escalofríos, viviré entre mis escritos
escondido en lo sombrío.
Ya ni sonrío por saber lo que se viene. El amor nunca es
perfecto, por eso siempre duele.

Quieren que les deje lo mejor de mí y lo mejor se fue lejos,
con su sonrisa y su carmín.
Si buscas un buen hombre, es el sitio equivocado, solo soy un
simple chico con el corazón amargo. Y ya amarrado por mil dudas, tú mi judas, yo tu suda la misma
historia muda que nunca debí contar.
Conté con que contabas con ese 'siempre' que siempre iba a
estar y yo que me creía.

Te juro que te creía, te juro que nunca pensé que esto
acabaría.
Mira mi vida, tú eres mi mitas y mi condena. Cómo pesan tus
palabras, cómo pesan tus cadenas.

Y cómo pesan tus cadenas...
Mira mi vida, tú eras mi mitad y mi condena...

Cómo duele sacar aquello que llevas dentro,
cómo duele que lleve tu nombre.

De ti, de mí, de nosotros a vosotros. De nuestro primer beso
a nuestros corazones rotos.
De cada foto, cada humo. De cada frase somos uno. De cada
sueño o pesadilla aprendí lo que ahora busco.

Y ya no me asusto si estoy solo ante el peligro, y no me confundo.
Escucho las plegarias que ese día dediqué.
Soy artista por mi esencia, yo esto nunca lo busqué. Quizá
fue mi interés, quizás esas mentiras.

Quizás será la gente, quizás nuestra melodía. Tampoco le doy
vueltas. Estoy perdido, pero vivo.
Yo moría entre tus manos, con tus daños y tus mimos.

Mira, mira si miro.
Y si miro.., mírame, mírame, mírame...
Y si miro...
Que te vaya muy bien con él.