Confesiones

Perdóname si te ofendo, madre,
no sé qué ha pasado.
Yo que siempre he estado segura
de que no me pasaría,
de que no me pasaría,
de que no me pasaría.
Ha querido Dios que venga
a mi vientre la semilla.

Aunque es bonito ser madre,
si es soltera es diferente,
mucho más siendo tan niña.
Sin saberlo te has echado
un cargo para toda la vida.

[Estribillo]

Aunque tu padre se enfade
no va a dejar de quererte.
Que las cosas de los hijos,
por mucho que nos duela,
las dejamos en el olvido.

-

¿Dónde tenías la cabeza?
Dime, ¿En qué estabas pensando?
El amor es un tesoro,
no se entrega a cualquier hombre,
no se entrega a cualquier hombre.
Dime, si yo lo conozco,
quizás, ni sepas su nombre. Escúchame, por favor.
Sí que sé cuál es su nombre,
ya hace bastante tiempo.
Solamente por vergüenza,
jamás te dije lo nuestro.

[Estribillo]

Aunque tu padre se enfade
no va a dejar de quererte.
Que las cosas de los hijos,
por mucho que nos duela,
las dejamos en el olvido.

-

Hoy tengo que confesarte
que a mí también me pasó.
Ese día me equivoqué
y aunque estando tan segura,
y aunque estando tan segura,
solo me dijo mi madre
que la vida te madura.

¿Por qué no me lo habías dicho?
Ahora lo comprendo todo
y me veo mucho más niña.
Sin saber qué responderte,
perdóname, madre mía.

[Estribillo]

Aunque tu padre se enfade
no va a dejar de quererte.
Que las cosas de los hijos,
por mucho que nos duela,
las dejamos en el olvido. -

Yo misma se lo diría
aunque no sé cómo hacerlo.
Siendo mi padre tan serio,
temo que no me comprenda,
temo que no me comprenda,
y castigue con dureza
mi loca cabeza.

Él siempre estuvo a mi lado,
seguro que te comprende
y se acuerda de lo nuestro.
Y te da lo que él no tuvo,
ayuda en todo momento.

-

[Estribillo]

Aunque tu padre se enfade
no va a dejar de quererme.
Que las cosas de los hijos,
por mucho que nos duela,
las dejamos en el olvido.