Chayita del vidalero

Desde el extraño pedestal del humo
Que les alza la sangre y los domina,
Van soltando ejercicios de flores y de luna.
Allí desborda entonces su mítica alegría,
Efímera y salvaje, pero también inconmovible,
Donde todos penetran para eludir el tiempo
Hasta ser descubiertos de nuevo por la vida.

Chayita del vidalero
Te nombra en la siesta
El vino y el sol
Y una chinita riojana,
La falda pegada
De agua y almidón.

Venga vinito patero,
Dulzón y fiestero,
Adentro nomás,
Para que un grito chayero
Suba por la sangre
De un vidalero.

Chayemos, ñañita, la ausencia, el dolor
Que una agüita nueva nos moje a los dos Chayita del vidalero
Déjame tu copla,
Te entrego mi voz
Y esta cajita chayera,
Templada en el fuego
De tu antiguo son.

Venga vinito patero,
Dulzón y fiestero,
Adentro nomás,
Para que un grito chayero
Suba por la sangre
De un vidalero.
De un vidalero.
De un vidalero.