Caricias de un ángel

CARICIAS DE UN ANGEL
Dime princesa…
¿Hablaran en el futuro de la bonita historia que tú y yo vivimos? En las clases de literatura universal,
¿Nuestros tataranietos recitaran poesías sobre este amor que nos prohibimos?
Yo sigo siendo el mismo niño de ayer,
Sigo sin poder plasmarte en el papel,
Sé que nos quedan demasiadas cosas por aprender.
Yo seguiré andando este camino que me ha tocado,
Y tal vez llegue un día en el que me concedas el baile que tanto ansío, el olor de tu piel acariciando todo mi cuerpo que yace ahora endurecido, y pueda despertar...
Despertar de este sueño que me tiene en vilo,
Que no me deja aullar por las noches ni ser tu fiel testigo, Regalarte emocionado todo este cariño, te seguiré lanzando besos Desde la estrella que me mantiene vivo...
Deseo tanto conocerte por dentro,
Saborear todos tus recuerdos y tu historia,
Pero no quiero que dejes de ser tú misma,
De contarme lo enamorada que estas de algún afortunado artista, yo seguiré aprendiendo a quererte,
A servirte en esta vida como la única,
Y es que me hace mucho más feliz quererte en mi soledad,
Que odiarte en compañía.
Las brujas del inframundo reirán a carcajadas con las tonterías que me acarician, hasta ahogar mi alma...
¡Hechiceras! ¡Contemplar! ¡Y si realmente andáis por ahí! ¡Dadme las fuerzas para volar de aquí! Por favor...
¡Ya no sé si existís! ¡O sois el eco de mi dolor!
¡Fruto de mi imaginación!...
Olvidadme, mi sensibilidad ya no conoce temor,
Y eso me da el aliento suficiente,
Para escribirle alguna otra canción.
Me despido de ti, esperando poder sentir,
Aquello que se me ha olvidado,
Y no logro recordarlo si no estás aquí,
Gracias...
Y así se fueron las caricias de un ángel
Al que le sobran alas para volar
Y yo me quedare en tierra aprendiendo a planear
Es tan amable tu presencia
Que en el reino de los cielos se disputaran a capa y espada
Ser el afortunado en recibirte a tu llegada
Darte la bienvenida
Y ser el primero en acariciar tus preciosas alas
Yo me quedare escribiéndote
Convirtiendo tus recuerdos en canciones para la plebe
Esperando el día en el que tu sonrisa aparezca
En el cielo de alguna noche estrellada
Y pueda llorar de nostalgia y alegría sabiendo
Que aun sigues viva
Me castigaran mis maestros ya lo se
Por amarte tan enloquecidamente y querer servirte
Pero es inevitable que se derrumben los castillos
Con el suave susurrar de tu nombre
Yo me pongo a buscarte embrutecido
Por todos los caminos en los que anduvimos
¿Debilidad…o fortuna?
Yo seguiré escribiéndote, sin duda...